Actualizado 29/03/2017 12:50

Firma invitada | La diversificación de las exportaciones en Iberoamérica

   Por Desarrollando Ideas

   MADRID, 6 Oct. (Notimérica) -

   Los extraordinarios beneficios obtenidos en la década 2002-2014 no pueden justificar por más tiempo la continuidad de economías basadas en la exportación de commodities, concentradas por lo general en uno o dos productos. Tras años de expansión económica proporcionada por los altos precios de materias primas se ha iniciado un período de crisis y descenso abrupto en el mercado internacional de los precios de este tipo de productos, lo que explica la contracción de las economías iberoamericanas, cuando no crisis, según los países. La vulnerabilidad de las mismas, debido a esta ultradependencia, hacía previsible y nada sorprendente que, ante los vaivenes de la coyuntura del mercado internacional, esta demanda descendiera abruptamente y tuviera una grave e inmediata repercusión en dichas economías.

   Ante esta situación el futuro de las economías iberoamericanas pasa necesariamente por diversificar sus economías con el fin de poder abrir nuevos mercados. Sin embargo, para ello es preciso realizar un extraordinario esfuerzo que exige un cambio en el modelo económico y en la misma concepción de desarrollo. No se trata de vender más materias primas para evitar depender de uno o dos productos; en realidad se trata de superar este tipo de economía modificando su estructura.

   El reto no es recuperar el crecimiento de la década pasada, sino lograr el desarrollo. Se precisa un cambio estructural en el modelo de desarrollo basado en la competitividad que se lograría mediante la educación cualificada, infraestructuras o inversión en altas tecnologías con el fin de llegar a diversificar el aparato productivo para poder dar mayor valor a las materias primas y, en última instancia, ser más competitivos en el mercado internacional.

   Las opciones ineludiblemente conducen a cambiar el modelo productivo, ya que no es posible intentar seguir viviendo de las materias primas. Para ello es preciso realizar importantes inversiones enfocadas en tecnología para alcanzar los niveles necesarios de productividad que, a su vez, hagan competitivos los productos de la región en mercados con demanda sostenible.

   Quizás la clave se encuentre en el concepto de economía circular más que en el ámbito productivo donde sea preciso invertir. En efecto, se requiere implantar este concepto de economía con el fin de asegurar un mejor uso de los recursos naturales de la región. Invirtiendo en los ámbitos contemplados es posible evitar que los recursos naturales y minerales, como por ejemplo el oro, cobre, plata... etc. salgan en bruto de la región.

   Los cambios a introducir no significan necesariamente la transformación de la matriz productiva, sino su reforma. Esto significa que Iberoamérica puede ser competitiva y desarrollar una economía sostenible, manteniendo incluso economías eminentemente agrícolas o mineras. Pero sea cual sea la actividad económica es preciso agregar valor añadido a los productos y garantizar márgenes de diversificación. Para ello, el conocimiento, la tecnología y la cualificación de la mano de obra son elementos fundamentales.

   Puede leer el informe completo en Desarrollando Ideas.