Actualizado 30/08/2009 02:08

Francia obtiene datos en cuentas suizas de presuntos evasores

PARIS (Reuters/EP) - Francia consiguió los nombres y datos de cerca de 3.000 presuntos evasores de impuestos con cuentas en bancos suizos en lo que el ministro de Presupuesto describió como la primera victoria en su batalla contra el secreto bancario.

Las noticias del acuerdo llegan después de que Suiza y Francia firmaron un convenio histórico para compartir información bancaria esta semana.

"Es la primera vez que hemos podido obtener este tipo de información, que es muy precisa con los nombres, números de cuenta y cantidades depositadas", dijo Eric Woerth al diario dominical Le Journal du Dimanche, cuya copia fue hecha accesible el sábado.

Bajo presión del Grupo de los 20 países desarrollados y emergentes (G20), Suiza, el mayor centro mundial de la banca extraterritorial, acordó en marzo relajar su preciado secreto bancario y pactó compartir ciertos datos de clientes con otras jurisdicciones, una vez ratificados los tratados fiscales bilaterales.

El jueves, Suiza acepto compartir información bancaria a petición de las autoridades fiscales de Francia a partir de enero del 2010, un acuerdo que modifica un convenio fiscal existente desde 1996.

No estaba claro de inmediato si la entrega de estos datos era resultado del acuerdo, que es parte de los esfuerzos de Suiza para ser quitada de una "lista gris" de la OCDE de paraísos fiscales.

Woerth dijo que los presuntos evasores fiscales franceses quedarían bajo investigación si, para el 31 de diciembre, no habían declarado sus activos, que se estiman en un total de 3.000 millones de euros (4.310 millones de dólares).

"El Gobierno francés ha decidido acelerar las cosas. La batalla contra los paraísos fiscales es un componente esencial de nuestros esfuerzos para hacer más moral al capitalismo, en los que el presidente francés está totalmente comprometido", agregó.

La semana pasada, Suiza acordó revelar los nombres de unos 4.450 clientes estadounidenses ricos de UBS AG a las autoridades de Estados Unidos como solución a una disputa fiscal.