BUENOS AIRES, 13 feb, 14 Feb. (Reuters/EP) -
- El Gobierno argentino, ante una aceleración de la inflación que erosiona el poder de compra de la población y mantiene en alerta a los sindicatos, anunció el viernes que multará a supermercados por lo que denunció como incumplimientos a un programa de congelamiento de precios.
Las filiales locales de la cadena francesa Carrefour , la chilena Cencosud y la estadounidense WalMart están entre las afectadas, con multas que ascienden hasta un máximo de 1,31 millones de pesos (168.500 dólares).
"Se encontraron incumplimientos en el acuerdo y por eso corresponde al Estado sancionar", dijo a periodistas el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof.
Carrefour recibió la multa máxima debido a faltantes de productos, según dijo el secretario de Comercio, Augusto Costa.
Las sanciones llegan luego que el Gobierno reconociera una inflación de un 3,7 por ciento en enero, la mayor en casi 12 años.
Esta semana, además, en un discurso en cadena de radio y televisión, la presidenta Cristina Fernández, acusó a supermercados de especular con los precios de productos básicos indicando que se enfrentaban a apercibimientos y multas por esas supuestas prácticas.
Fernández dijo que la especulación llevaba a un faltante de productos como cortes de carne vacuna, yerba mate y azúcar.
El Gobierno argentino puso en marcha en diciembre el tercer congelamiento de precios de productos básicos en menos de 12 meses. Luego, una devaluación del peso de 17 por ciento a mitad de enero añadió presión a la inflación.
Los dos congelamientos de precios previos, anunciados a inicios y a mitad del año pasado, fracasaron debido a que los productos alcanzados por las medidas prácticamente no eran ofrecidos en las góndolas de los supermercados.
La alta inflación fue uno de los factores que provocaron la derrota de los aliados de la presidenta Fernández en las elecciones legislativas de finales de octubre.
La inflación en el país, la segunda mayor de Latinoamérica por detrás de la venezolana, se ha acelerado en los últimos meses por la pronunciada depreciación del peso, un elevado gasto público y un declive de la inversión por la falta de confianza empresarial ante las políticas intervencionistas de Fernández.