BRUSELAS (Reuters/EP) - Los Gobiernos de la Unión Europea, enfrentados a crecientes déficit presupuestarios debido a la crisis económica, propusieron el viernes recortes en el presupuesto del bloque para el 2010, lo que reduciría los gastos en ayuda al exterior y agricultura.
Importantes funcionarios de ministerios de Finanzas de los 27 estados miembros de la UE exigieron en una reunión en Bruselas un recorte de 1.800 millones de euros (2.500 millones de dólares) al presupuesto de 122.300 millones de euros propuesto por la Comisión Europea, rama ejecutiva de la UE.
"El borrador del presupuesto (...) contempla un balance entre los recortes propuestos y financiar las prioridades políticas como medidas para respaldar el crecimiento y el empleo", dijo Hans Linblad, secretario de Estado del Ministerio de Finanzas sueco, en una conferencia de prensa. Suecia ostenta la presidencia rotativa de la UE en el segundo semestre del 2009.
La propuesta ocurre cuando los líderes del G-8, entre ellos tres de la UE, prometieron 20.000 millones de dólares en ayuda agrícola para naciones pobres.
Los Gobiernos de la UE dicen que el presupuesto necesita ser controlado por el bloque, cuyos miembros luchan con crecientes déficit fiscales a medida que gastan miles de millones de euros para combatir la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial.
Los Gobiernos, la Comisión y el Parlamento Europeo ahora negociarán durante cuatro meses sobre la elaboración final del presupuesto. En años previos, la legislatura de la UE siempre ha reincorporado algunos recortes propuestos por los Gobiernos.
Bajo las propuestas, el mayor recorte de la UE sería de 508 millones de euros en ayuda externa, reduciéndola a 7.200 millones de euros. Los Gobiernos también quieren 490 millones de euros menos en subsidios agrícolas.
En la actualidad, más de 70 por ciento del presupuesto de la UE es gastado en subsidios agrícolas y ayuda a las regiones pobres.
Los Gobiernos también han propuesto una reducción de 293 millones de euros sobre varias estrategias para el crecimiento y un recorte de 408 millones de euros en ayuda regional, en la que se involucran proyectos como construcción de carreteras o limpieza del medio ambiente.