Por Lynn Adler
NUEVA YORK (Reuters/EP) - Los hijos de quienes nacieron durante el período de la posguerra podrían resucitar el vapuleado mercado inmobiliario estadounidense, dijo el lunes la Universidad de Harvard, pero mientras tanto los límites en el ingreso y el crédito seguirán alimentando la crisis.
Según el informe Estado de la Vivienda de la Nación 2009 de Harvard, las tasas de desempleo más altas en 26 años, el nivel récord de ejecuciones inmobiliarias y las rígidas condiciones de préstamos amenazan con opacar el progreso en las ventas de casas a pesar de los esfuerzos sin precedentes del Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama.
El estudio sostiene que los hijos de la generación de posguerra ofrecen una importante fuente de apoyo para la vivienda, ya que la generación está entrando a su punto más alto de compra de propiedades y su rango etario se encuentra entre 25 y 44 años.
También representa cinco millones de personas más del monto máximo alcanzado por el grupo de sus padres en la década de 1970.
"Los hijos de la generación de la posguerra son muchos más que la generación anterior. Eso sumado a la inmigración da los cimientos, la posibilidad de una recuperación en la vivienda", dijo en una entrevista Nicolas Retsinas, director del Centro Conjunto de Estudios de Vivienda de Harvard.
Según el estudio, el grupo impulsará la demanda durante los próximos 10 años e incluso más, alentando el deprimido mercado inmobiliario incluso si la inmigración se reduce.
Sin embargo, los desafíos son numerosos, dijo Retsinas, un importante experto de la industria inmobiliaria y antiguo funcionario de alto rango del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano.
"Tenemos que encontrar una forma para estabilizar las finanzas de la vivienda en este país", indicó.
"Las bases de la recuperación del mercado inmobiliario tienen que atravesar esta maraña de pérdidas de empleo y ejecuciones (...) El mercado de vivienda no ha visto estos desafíos en 60 años", explicó.
LIGEROS RAYOS DE LUZ
Las ventas de las viviendas han comenzado a repuntar gracias, en su mayoría, a los créditos fiscales para los compradores por primera vez de este año de hasta 8.000 dólares, así como por la demanda por las propiedades en ejecución de quienes buscan rebajas.
"Aunque vemos ciertos indicios de estabilización, uno apenas puede ver esos rayos de luz", dijo Retsinas.
El péndulo del crédito se movió mucho después del insostenible aumento en los precios de las casas durante cinco años a comienzos de esta década.
Los prestamistas impusieron restricciones después de que las condiciones relajadas de crédito generaran ventas récord de viviendas y luego alimentaran el torrente de ejecuciones.
Ahora, más del 85 por ciento de los préstamos hipotecarios son creados a través del Gobierno y sus agencias. Las compañías privadas de crédito cerraron o bien frenaron los préstamos para evitar pérdidas de los créditos impagos.
"Finalmente se desea un sistema sostenible de crédito, y eso tiene que incluir capital privado", dijo el experto.
Según las proyecciones del estudio, la porción de los hogares de las minorías, afectados en su mayoría por la crisis de vivienda, aumentará a 35 por ciento en el 2020 desde el 29 por ciento en el 2005. Estos hogares suelen tener ingresos medios más bajos y menor riqueza, así como un mayor desempleo.
Los ingresos reales medios de los hogares de todos los grupos de edades menores de 55 años no han aumentado desde el 2000, señalaba la investigación. Por primera vez en al menos 40 años existe la posibilidad de que la mediana de los ingresos familiares termine la década por debajo del nivel de donde empezó.
"La cantidad de los nietos de la generación de la posguerra que tuvieron una fuerte carga de costos -gente que paga más del 50 por ciento de sus ingresos en vivienda- ha crecido de forma dramática", dijo Retsinas. Esta cifra creció en un 30 por ciento a 17,9 millones entre el 2001 y el 2007.
Esta generación también expandirá la cantidad de casas requeridas. Pero ellos probablemente también entrarán al mercado inmobiliario con menores ingresos reales que las personas que lo hicieron hace una década, señaló el estudio.