Actualizado 25/08/2009 15:49

Industria aceite palma en Colombia, en tiempos de gloria

Por Nelson Bocanegra

VILLANUEVA, Colombia (Reuters/EP) - Joaquín Palou tiene claro que su negocio, como todos, vive años buenos y otros malos; pero para este representante de una de las más grandes fincas productoras de aceite de palma de Colombia, el momento de gloria del sector durará mucho más que eso.

La industria del aceite de palma en Colombia se enfocará en los próximos años en el mercado local aprovechando el desarrollo de un programa de producción nacional de biodiésel y la sostenida demanda para alimento humano y para otros usos.

Esto sin embargo, haría caer sus exportaciones, pero no tardarían en recuperarse por la siembra de nuevos cultivos.

"Yo sí creo que el desarrollo de la palma va a seguir en buenas condiciones, no me cabe duda, el precio del aceite se va a mantener en buenos niveles y los que hagan un proceso eficiente pueden estar seguros de que van a tener un negocio de muchísimos años", dijo Palou, representante de Palmar del Oriente.

La finca, de 6.250 hectáreas, está situada en el nororiental municipio de Villanueva, en el departamento del Casanare, un poblado de tierras ácidas fundado en la década de 1970 por inmigrantes de otras regiones del país que llegaron a trabajar en los primeros cultivos de palma.

"En el corto plazo vamos a tener una reducción en las exportaciones para poder atender el mercado local de biodiésel", dijo a Reuters el presidente de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, Jens Mesa.

"Pero en la medida en que las nuevas áreas sembradas van a entrar en producción nuevamente podremos o bien atender los mercados de exportación, o bien tener opción de seguir creciendo el programa de biodiésel en Colombia", agregó.

EXPORTACIONES SE RECUPERARIAN

Colombia destinará al mercado local el 95 por ciento de su producción total de 900.000 hectáreas prevista para el 2010, desde el 55 por ciento que destinó el año pasado, informó el presidente de Fedepalma.

De esa producción, cerca de la mitad se irá a abastecer el mercado de combustibles local, pues el Gobierno dispuso una mezcla de biodiésel mínima del 5 por ciento, que aumentará a un 10 por ciento el próximo año y al 20 por ciento en el 2012.

Eso significará una sustancial, aunque transitoria disminución de las ventas externas de este país sudamericano, el quinto productor y exportador mundial de aceite de palma.

Pero no será un golpe representativo sobre las exportaciones mundiales, debido a que las ventas colombianas son mínimas en comparación con las que registran los dominantes del mercado, Indonesia, Malasia y Tailandia, consideró Fedepalma.

En julio pasado, la revista especializada Oil World reveló que la exportación mundial de aceite de palma sería impulsada por la limitada oferta global de aceite de soja, debido a la menor producción de esta oleaginosa en Sudamérica y su mayor uso en la industria de biocombustibles en Argentina y Brasil.

Mesa aseguró que las exportaciones de aceite de palma colombiano se recuperarían a partir del 2011, debido a que una tercera parte de las 360.000 hectáreas sembradas en palma actualmente entrarían a producir desde ese año.

"Hoy con lo que ya está sembrado Colombia deberá poder producir en corto tiempo fácilmente de 1,2 a 1,4 millones de aceite de palma anual. Qué se exporte va a depender mucho de qué pase con el biodiésel", explicó.

El directivo precisó que en Colombia existen en operación 5 plantas de producción de biodiésel, en tanto que otras tres quedarán en funcionamiento antes de finalizar el año, para completar una capacidad total de proceso de unas 550.000 toneladas de aceite de palma.

MAYOR SEGURIDAD

El sector palmicultor ha tenido un aumento promedio del 10 por ciento en su área sembrada en los últimos años, debido a la mejoría en la seguridad en este país andino, azotado por un conflicto interno en el que intervienen la guerrilla izquierdista, los paramilitares de ultraderecha y bandas al servicio del narcotráfico.

La palma es un cultivo tropical que por lo general se realiza en zonas alejadas de los centros urbanos del país, que en algunos casos le han ganado terreno a actividades ilegales, en gran medida derivadas del narcotráfico.

"Hubo años muy difíciles hace 5 ó 6 años, aquí la plantación en un momento dado estuvo secuestrada totalmente por los paramilitares e incluso en algún momento nos obligaron a salir dejando todo tirado, so pena de acabar con todo el mundo, por no querer cooperar con ninguno de ellos", recordó Palou.

"Hoy por suerte la situación está controlada", agregó el directivo, cuya extensa finca está destinada a la elaboración de aceites para consumo humano.

Pero ahora, el principal enemigo de los cultivos son las enfermedades derivadas de insectos que provocan la pudrición de los frutos, por lo que se han perdido más de 25.000 hectáreas en los últimos años, así como por las condiciones climáticas, que han afectado el rendimiento.