Por Muhanad Mohammed
BAGDAD (Reuters/EP) - Una serie de ataques con bomba han aumentado el creciente malestar entre los iraquíes, y el Gobierno, confiado de que puede dar seguridad al país frente a la violencia mientras las tropas estadounidenses se retiran, insiste en remover varios muros de contención de las calles de Bagdad.
Los altos muros de concreto se multiplicaron en Irak durante el punto más alto del derramamiento de sangre sectario desatado por la invasión estadounidense en el 2003, separando a los rivales vecinos sunitas y chiítas y protegiendo hogares, edificios públicos y tiendas de los estallidos de bombas.
Tras el retiro de las tropas estadounidenses de centros urbanos a fines de junio y frente a la elección que se realizará en enero, en la cual el primer ministro Nuri al-Maliki está compitiendo en una plataforma de soberanía iraquí, el Gobierno ordenó que todos los muros de contención sean removidos de las principales calles de Bagdad.
El retiro de estos muros debería finalizar a mediados de septiembre.
"Es un riesgo de parte del Gobierno iraquí hacer esto, porque la situación de seguridad aún es frágil", precisó el residente Ameer Dushi, mientras funcionarios abrían el domingo la calle Al-Rasheed, una importante vía comercial.
"Los muros de contención son una marca oscura en la historia de Irak, pero removerlas es un gran riesgo en este momento. Abre la puerta a grupos terroristas que quieren minar la seguridad de Bagdad", agregó.
El flujo del tráfico en las caóticas calles de Bagdad ha mejorado desde que los muros con forma de "T" comenzaron a caer y tiendas que permanecían cerradas para los clientes han vuelto a salir a la luz pública, dando a funcionarios esperanzas de que esto mejorará las actividades económicas.
Además, el alguna vez infranqueable distrito Zona Verde, que alberga al Gobierno iraquí y a embajadas, ha pasado a ser parcialmente accesible para iraquíes comunes después de que un camino fuera reabierto.
"La eliminación de los muros de contención restaurará la belleza de Bagdad y traerá de vuelta la vida a las calles de Bagdad", comentó el mayor general Abboud Qanbar, jefe de las fuerzas de seguridad de la ciudad.