Actualizado 22/09/2009 20:35

Jefe de OMC, cauteloso sobre perspectivas Ronda de Doha

Por Jonathan Lynn

GINEBRA (Reuters/EP) - No está claro si las potencias económicas mundiales harán durante el resto de este año el esfuerzo político requerido para completar en el 2010 un acuerdo que liberalice el comercio global, dijo el martes el presidente de la Organización Mundial del Comercio.

En una reunión informativa con los 153 miembros de la OMC sobre su mensaje para la cumbre del G-20 de esta semana en Pittsburgh, el director general de la OMC, Pascal Lamy, se alejó de sus comentarios frecuentes respecto a que un acuerdo en la Ronda de Doha podría lograrse pronto.

"En esta etapa, soy cauteloso en mi proyección. Sería prematuro que yo predijera hoy que el compromiso político necesario tendrá lugar durante los próximos tres meses", dijo en su discurso a los miembros de la OMC.

Lamy dijo que un acuerdo en la Ronda de Doha, iniciada hace casi 8 años, sólo sería posible si los miembros traducen los llamados de los líderes y ministros, en acciones firmes a través de negociaciones intensas de los asuntos pendientes.

Los países deberían poder revisar en diciembre si es posible alcanzar un acuerdo el próximo año después de una intensa ronda de negociaciones entre ahora y mediados de diciembre en todas las áreas de las conversaciones, indicó Lamy.

El funcionario indicó que acudiría a la cumbre de Pittsburgh con el mensaje de que los líderes deberían pedir a sus negociadores en Ginebra que hagan realidad el acuerdo. "Tienen el camino definido, pero aún tienen que recorrerlo", afirmó.

"El liderazgo se trata de responsabilidad. El fracaso -no sólo en Pittsburgh, sino más particularmente acá en Ginebra- será duro para toda la comunidad internacional en este momento de crisis económica", expresó.

La Ronda de Doha fue lanzada en el 2001 para impulsar la economía mundial y ayudar al crecimiento de los países en desarrollo.

Desde su inicio, las negociaciones han incumplido distintos plazos ya que los actores comerciales, tanto pobres como ricos, no han logrado llegar a acuerdos sobre la reducción de los subsidios agrícolas y los aranceles industriales y agropecuarios.

Muchos negociadores en Ginebra, donde la OMC sostiene las principales negociaciones comerciales, han expresado su frustración o resignación respecto a que las principales potencias comerciales no están dispuestas a ceder para traducir los compromisos del G-20 en realidad.

Una de las quejas más frecuentes es que Estados Unidos no está dispuesto o no puede avanzar, ya que el presidente Barack Obama tiene prioridades más apremiantes, que van desde la reforma al sistema de salud de su país hasta la crisis financiera.

Probablemente estas críticas no se expresen abiertamente en Pittsburgh.

"Nadie va a reprochar a Obama cuando él es el anfitrión", dijo un diplomático de un país rico. "El momento de la verdad vendrá después", dijo en referencia a la meta de diciembre establecida por Lamy.