Publicado 27/09/2013 21:42

Líderes de empresas vuelven a Washington ante preocupación por presupuesto

Por James B. Kelleher y Patricia Kranz


27 sep, 27 Sep. (Reuters/EP) -

- Algunos de los líderes empresariales más importantes de Estados Unidos iniciaron un camino familiar hacia Washington para apoyar un proyecto de ley que eleva el límite de deuda estadounidense y evita el cierre del Gobierno, advirtiendo a los legisladores que la amenaza de un cese de pagos y una baja de calificación está dañando a la economía.

Los líderes empresariales, todos miembros del grupo llamado "Arreglen la deuda", dijeron que fueron al Capitolio la semana pasada con un mensaje simple para republicanos y demócratas, que es el mismo que entregaron en las disputas presupuestarias del 2011 y 2012.

"Hagan las maquinaciones políticas que quieran, pero no incumplan los pagos", dijo el presidente ejecutivo de Honeywell International Inc, David Cote. "No echen por la borda una historia crediticia construida desde George Washington", agregó.

Para estos líderes corporativos, la situación se parece a la película "Groundhog Day", donde el personaje principal vive el mismo día una y otra vez, preguntándose si hay alguna forma de salir.

El Gobierno estadounidense se enfrenta a la posibilidad de un cierre parcial de sus operaciones el 1 de octubre, mientras el Congreso lucha por aprobar una ley de gastos de emergencia.

Los republicanos en la Cámara de Representantes quieren una demora de un año del inicio el 1 de octubre de la Ley de Cuidados Asequibles, conocida como Obamacare, la crucial reforma de salud del presidente Barack Obama, a cambio de elevar el límite de endeudamiento del país a una cantidad que le permita al Tesoro tomar créditos hasta fines del 2014.

Si bien varios de los líderes empresariales creen que el gasto federal es excesivo y el déficit pone en riesgo la salud económica de Estados Unidos, quieren que el Congreso apruebe una medida de emergencia.

El grupo pide que cualquier acuerdo de deuda a corto plazo sea seguido por una reforma fiscal para reducir el déficit. Los líderes insisten en que evitar un cierre no puede ser la meta final y que se necesita un acuerdo amplio de los dos partidos en reformas de gasto e impuestos que despiertan sensibilidades políticas.

También reconocen que será difícil lograrlo en el dividido Congreso.

"Hay varios planes diferentes; lo que no hemos hecho es llegar a uno que le guste a todos", dijo Bob Moritz, presidente de PricewaterhouseCoopers LLP.

Cote de Honeywell, el presidente ejecutivo de Tenneco Inc , Gregg Sherrill, y Paul Stebbins, presidente ejecutivo de World Fuel Services Corp, piensan llevar un grupo aún mayor de líderes a Washington en octubre.

"No es nuestra tarea articular precisamente cómo debe verse el acuerdo negociado", dijo Stebbins. "Pero estamos diciéndoles que la disfunción hace un profundo daño al país y a la percepción que el mundo tiene de nosotros", agregó.

Los fondos actuales se acabarán a fines de septiembre y el Gobierno se acerca rápidamente al límite de deuda de 16,7 billones de dólares impuesto por el Congreso a inicios de año. Stebbins dijo que el grupo exhortó a los legisladores a aprobar la resolución de continuidad y a no postergar Obamacare.

"Es una irresponsabilidad tratar de mantenerlo rehén, mantener a todo el país rehén, porque no te gusta una ley", dijo Stebbins.