Actualizado 23/08/2009 01:48

Maliki promete victoria en medio de críticas Irak

Por Khalid al-Ansary

BAGDAD (Reuters/EP) - El primer ministro iraquí Nuri al-Maliki aseguró el sábado al país que sus fuerzas vencerán al terrorismo pese a los mortíferos atentados ocurridos durante el año, ignorando comentarios de un ministro de que el Gobierno ha caído en una falsa sensación de seguridad.

Este fue el primer comentario público de Maliki desde un gran ataque con bomba en un camión donde cerca de 100 personas murieron el miércoles en Bagdad.

Unas horas antes, el ministro de Relaciones Exteriores de Irak, Hoshiyar Zebari, criticó una decisión de Maliki de quitar la mayoría de los muros contra explosiones de las calles de Bagdad, afirmando que fue una de las causas de los ataques.

Maliki indicó que los autores de las bombas que azotaron los ministerios de Relaciones Exteriores y Finanzas ya fueron capturados.

"Quiero decirle al pueblo iraquí que seguimos en una guerra abierta contra (los terroristas)", sostuvo en la televisión estatal. "Garantizo al pueblo iraquí que las fuerzas de seguridad pueden seguir la batalla y lograr la victoria, pese a los peligros aquí y allá", agregó.

Los ataques, realizados por atacantes suicidas, hicieron trizas la creciente sensación de estabilidad en Irak, seis semanas después de que las tropas estadounidenses se retiraran de los centros urbanos y entregaran la responsabilidad de la seguridad a sus pares iraquíes.

Además, han sido un duro golpe para Maliki, quien se prepara para enfrentar las elecciones nacionales en enero próximo atribuyéndose una fuerte caída en los niveles de violencia de los últimos 18 meses, y también han afectado la confianza pública en las fuerzas de seguridad iraquíes.

El Gobierno liderado por los chiítas celebró el retiro estadounidense de los centros urbanos como una victoria contra la ocupación extranjera, más de seis años después de la invasión de Estados Unidos.

El plan de Maliki de quitar la mayoría de los muros que protegen de las explosiones a mediados de septiembre fue una demostración de confianza en las fuerzas iraquíes; pero sus críticos dicen que fue prematura.

Zebari, de la etnia kurda, convocó a los medios previamente el sábado en su destrozado ministerio, donde decenas de personas resultaron heridas por trozos de vidrio que salieron volando y dijo que sospechaba que policías o soldados ayudaron a perpetrar el ataque.

"De acuerdo a nuestras informaciones, incluso ha habido colaboración entre funcionarios de seguridad y los asesinos", aseguró Zebari, solicitando una investigación exhaustiva.

Zebari, que no entregó ninguna evidencia directa para la acusación, dijo que la remoción de los muros para explosiones y puestos de control se produjeron por una "falsa sensación" de seguridad. Los muros fueron apilados el sábado en las afueras del ministerio, en preparación para ser reinstalados.

"Las cosas deben ser llamadas por su nombre y debemos dejar de hacer declaraciones innecesariamente optimistas. Debemos decirle la verdad a la gente. Ha habido un deterioro en la seguridad y durante los próximos días podría empeorar", sentenció.