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MÉXICO DF, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha anunciado este miércoles que su Gobierno llevará a cabo el próximo año una reforma del campo para aumentar la productividad del sector agropecuario.
"En el campo mexicano estamos sembrando una nueva semilla de esperanza, compromiso y trabajo responsable. Con la política agroalimentaria que estamos impulsando tenemos claro que todos ganan", ha dicho.
Peña Nieto ha admitido que el campo mexicano está olvidado y, por tanto, necesita una modernización. "Tenemos que construir juntos su nuevo rostro. Tenemos que ir trabajando y sumando esfuerzos", ha indicado.
El líder conservador ha explicado que sus objetivos prioritarios son aumentar las ganancias de agricultores y ganaderos, al tiempo que mejoran los precios para los consumidores para que ello revierta en una reducción de la pobreza.
También se ha propuesto "elevar la tasa de crecimiento del PIB agropecuario, lograr una balanza comercial agropecuaria 'superavitaria' y aumentar la participación de productos mexicanos en el consumo nacional".
Para ello, el Gobierno pretende modernizar y extender la superficie de riego, reactivar el uso de fertilizantes, facilitar el acceso a las semillas y garantizar el crédito al sector, según informa el diario mexicano 'El Universal'.
"Espero que este compromiso sea compartido por los demás Poderes del Estado, especialmente por el Poder Legislativo, para que realmente podamos llevar a cabo este esfuerzo transformador del campo", ha concluido.
Desde que llegó al cargo, el 1 de diciembre de 2012, Peña Nieto ha puesto en marcha una serie de reformas con el fin de relanzar la economía mexicana, la segunda de América Latina, solo por detrás de Brasil.
El gobernante PRI ha intentado pactar estas reformas con las principales fuerzas políticas del país --el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD)-- a través del Pacto por México.
De momento, el Gobierno ha conseguido sacar adelanta una controvertida reforma fiscal y pugna por hacer lo mismo con las reformas energética y educativa, que también llevan aparejada una fuerte polémica.