Por Manuel Farías
SANTIAGO, 1 Jul. (Reuters/EP) -
- Las monedas de América Latina operarían esta semana con cautela, porque los inversores aún siguen con dudas sobre el momento en que se producirá un recorte en el programa de estímulos de la Reserva Federal estadounidense.
Desde que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, delineó el mes pasado un posible cronograma para reducir y eventualmente terminar el programa de compra de bonos, las monedas de la región se han debilitado con fuerza.
Bernanke dijo que las compras de bonos por 85.000 millones de dólares mensuales podrían desacelerarse este año y finalizar a mediados del 2014, siempre que se cumplan los pronósticos de una mejoría de la economía estadounidense.
Analistas y agentes del mercado estiman que la reunión de política monetaria de la Fed de septiembre podría ser el momento preciso para comenzar a reducir las compras.
"A medida que se aproxime el momento en que la Fed comenzará a reducir los estímulos, vamos a tener una nueva ronda de desvalorización de las monedas contra el dólar", afirmó el estratega de WestLB Luciano Rosgtagno.
Así, los inversionistas estudian con lupa cada detalle de las cifras económicas estadounidenses, vistas como decisivas para definir el futuro del plan de estímulo monetario en ese país.
Estados Unidos publica el viernes uno de los datos más seguidos por el mercado: las cifras de empleo mensual.
A continuación, las previsiones para las principales monedas de la región:
* El peso mexicano operaría en un rango acotado de 12.90 a 13.10 unidades por dólar, a la espera de los importantes datos económicos en Estados Unidos.
Aunque el retorno de flujos de capitales al mercado de bonos seguiría apuntalando a la moneda, analistas coinciden en que los inversionistas serán cautos, sobre todo hasta conocer el reporte mensual sobre el empleo en la mayor economía del mundo.
La moneda cerró en 13 unidades por dólar el viernes, con lo que acumuló una baja del 1,33 por ciento en junio y un descenso trimestral del 5,6 por ciento, el peor desde el tercer trimestre del 2011.
* El real brasileño, en tanto, cerró el viernes con una baja de más del 1 por ciento frente al dólar, pese a la actuación del Banco Central, y según estimaciones de expertos la tendencia se mantendría en el corto plazo.
Así, acumuló en junio una depreciación del 4,17 por ciento. Para el segundo trimestre el desplome fue del 10,40 por ciento, el más grande desde el segundo trimestre de 2012, cuando la divisa brasileña cayó un 10,65 por ciento.
En lo que del año el real acumula una depreciación del 8,97 por ciento.
* El peso chileno>, que cerró en 508,00 unidades por dólar comprador y 508,30 dólares vendedor, también seguirá atento a la incertidumbre creada en torno al fin del programa de estímulo.
"De mantenerse esta incertidumbre, el tipo de cambio debería llegar la próxima semana hasta cerca de los 515 pesos (por dólar), pero si por el contrario, esos temores desaparecen, podría situarse entre los 502 y los 505 pesos por dólar", dijo un operador.
La moneda chilena acumuló una pérdida del 5,77 por ciento en el semestre.
* El peso argentino seguiría la senda bajista con el control intervencionista del Banco Central, mediante la adquisición de dólares sobrantes de los exportadores frente a rígidas restricciones cambiarias para evitar la fuga de capitales.
La tendencia del peso iría en búsqueda de niveles mínimos históricos en torno a los 5,4 por dólar en la semana, tras acumular en junio una depreciación cercana al 2 por ciento.
"El mercado va a seguir siendo reducido por la cautela de los operadores, en momentos en que se lanzan los 'Cedin' (certificados de depósitos convertibles en dólares) para tratar de dar liquidez y aplacar la cotización del (mercado) paralelo", dijo un operador.
El mercado informal de cambios volvería a retomar su operatoria en torno a las 8,10 unidades por dólar, tras permanecer inactivo en las últimas sesiones por controles del Gobierno.