MADRID, 28 Ago. (Reuters/Notimérica) -
La agencia de calificación crediticia Moody's ha recortado este jueves su estimación de crecimiento para las economías del G-20 en 2016 debido al impacto de una desaceleración en China, mayor de lo previsto.
La proyección de crecimiento del G-20, que reúne a las mayores economías del mundo, fue rebajada a un 2,8 por ciento, respecto a la previsión anterior de un 3,1 por ciento. Según la agencia, los efectos negativos de los bajos precios de las materias primas en los países productores del G-20 serán más prolongados.
Igualmente, Moody's prevé que Brasil y Rusia tendrán un crecimiento negativo en el 2016, extendiendo la recesión de este 2015.
"La reciente caída de los precios de las materias primas y la mayor depreciación de las monedas exacerbaron un entorno económico doméstico ya desfavorable en ambos países", sostuvo Moody's en un informe.
La agencia también recortó su estimación de crecimiento de China el próximo año a un 6,3 por ciento, frente a un 6,5 por ciento previo, y advirtió que una desaceleración del gigante asiático hace improbable una recuperación significativa de los precios de las materias primas en el corto plazo.
Según Moody's, la economía de Estados Unidos sentirá por más tiempo los efectos negativos de un dólar más fuerte y los precios más bajos del petróleo. La agencia cortó su estimación de crecimiento de la mayor economía del mundo a un 2,6 por ciento en 2016, frente a la cifra previa de un 2,8 por ciento.
BRASIL ENTRA EN RECESIÓN OFICIAL.
La economía brasileña ha entrado en recesión técnica de manera oficial al disminuir más de lo esperado en el segundo trimestre, con la reducción de la industria, los servicios y la agricultura, además de la caída de las inversiones. Todo ello apunta a que el país cerrará 2015 como el año con el peor desempeño económico en el último cuarto de siglo.
Entre abril y junio, el Producto Interior Bruto (PIB) ha disminuido un 1,9 por ciento sobre los tres meses anteriores y casi un 2,6 por ciento en la comparación anual, ha informado el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) este viernes.
El resultado de abril a junio fue el peor desde 2009, cuando tuvo lugar el auge de la crisis financiera global, tanto en la base anual como trimestral. También fue el segundo periodo consecutivo de tres meses de contracción en Brasil.