Actualizado 16/09/2009 03:00

Morteros impactan Bagdad durante visita de Biden

Por Ross Colvin

BAGDAD (Reuters/EP) - Militantes dispararon bombas de mortero o cohetes dentro del fortificado complejo diplomático de la Zona Verde en Bagdad en una visita del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien llegó a la capital para instar a los líderes de Irak a que alcancen compromisos políticos.

La policía iraquí en la Zona Verde dijo que dos supuestas bombas de mortero aterrizaron cerca del complejo de la embajada de Estados Unidos, pero no lo impactaron.

Biden se había reunido con el embajador estadounidense, Chris Hill, y el máximo comandante del Ejército, el general Ray Odierno, justo antes de los ataques de morteros.

No se conocía inmediatamente el lugar exacto donde estaba Biden, pero un periodista de Reuters escuchó una explosión durante una rueda informativa para la prensa de Hill y Odierno.

Un altoparlante en la embajada emitió una advertencia para que los presentes se agacharan y se cubrieran.

Este es el segundo viaje de Biden a Irak en tres meses y la visita es considerada una señal de que Estados Unidos está ansioso por resolver largas disputas territoriales y petroleras entre comunidades kurdas, chiítas y árabes sunitas, que funcionarios estadounidenses temen puedan desbaratar la frágil seguridad del país.

La violencia ha disminuido considerablemente en la nación desde el punto más alto registrado durante matanzas sectarias en el 2006, debido en parte al aumento de decenas de miles de soldados estadounidenses, pero las avances en seguridad no han ido a la par con el progreso político.

Incluso hasta los logros en seguridad están en riesgo, tal como quedó en evidencia con los ataques de cohetes y morteros del martes y las dos gigantes explosiones de coches bomba del 19 de agosto en los ministerios de Relaciones Exteriores y Finanzas de Irak, en las que murieron 95 personas.

Los incidentes destrozaron la confianza pública en la policía y el Ejército del país.

Desde el 2006 Washington ha presionado a líderes iraquíes kurdos, chiítas y árabes sunitas para que dejen de lado las diferencias y se comprometan en temas como una nueva ley sobre el crudo para administrar las reservas petroleras de la nación, pero no ha tenido mayor éxito.

Las reservas de crudo del país son las terceras más grandes del mundo.

Dado que las tropas de combate estadounidenses se aprontan a retirarse del país en agosto del 2010, Estados Unidos se está quedando sin tiempo e influencia sobre líderes iraquíes para alcanzar su meta y lograr una relativa estabilidad en el país para hacer frente a posibles intromisiones de su vecino Irán.

Washington ya no quiere continuar la guerra en Irak. El Gobierno del mandatario estadounidense, Barack Obama, está preocupado por la debilitada seguridad en Afganistán y por el escaso apoyo entre estadounidenses a la guerra de ocho años en ese país.