Actualizado 05/09/2009 15:05

OTAN intenta apaciguar a los afganos tras mortal ataque

Por Maria Golovnina

KUNDUZ, Afganistán (Reuters/EP) - Oficiales estadounidenses y alemanes se reunieron el sábado con parientes y víctimas de un ataque aéreo de la OTAN en el norte de Afganistán, en un intento por calmar la indignación creada por un incidente que mina el esfuerzo de la alianza por ganarse al pueblo afgano.

Las autoridades afganas dicen que decenas de personas murieron, muchas de ellas civiles, cuando un avión de combate estadounidense F-15 llamado por las tropas alemanas atacó el viernes dos camiones cisterna con combustible que habían sido secuestrados por rebeldes talibanes.

Los comandantes de la OTAN esperan evitar repercusiones negativas por el incidente, que se produjo dos meses después de que el nuevo comandante estadounidense y de la alianza, el general Stanley McChrystal, ordenara nuevos procedimientos para proteger a civiles antes de que las tropas disparen.

En un discurso sin precedentes transmitido por televisión, McChrystal dijo que el ataque fue lanzando en contra de lo que las tropas pensaban era un blanco talibán. El general prometió divulgar el resultado de la investigación sobre el asalto.

"Como comandante de la Fuerza de Asistencia en Seguridad Internacional, nada es más importante que la seguridad y protección del pueblo afgano", dijo en el discurso grabado, transmitido en versiones dobladas en dos lenguas oficiales: dari y pashtu.

"Tomo con mucha seriedad esta posible perdida de vidas o lesiones de afganos inocentes", agregó.

En el hospital central de la ciudad de Kunduz, Shaifullah, un niño de 6 ó 7 años con un brazo y una pierna vendados por quemaduras graves, yacía en una minúscula y pútrida habitación abarrotada de camas y plagada de moscas.

"Fui a buscar combustible como todo el mundo y las bombas cayeron sobre nosotros", dijo el niño a una delegación liderada por el contraalmirante de la Marina estadounidense Greg Smith, jefe de relaciones públicas de las tropas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán.

Oficiales estadounidenses y alemanes asentían con la cabeza, algunos tomando notas.

El ataque tuvo lugar en Kunduz, una provincia situada en el norte del país, que había estado en gran medida tranquila desde que los talibanes fueran derrocados en el 2001, pero que ha sufrido recientemente un repentino aumento de los ataques, y donde los rebeldes han tomado el control de áreas remotas.

La zona es patrullada por un contingente alemán de 4.000 soldados, que no pueden operar en áreas de combate de otras partes del país por orden de Berlín.

DEBATE ELECTORAL ALEMAN

El Ejército alemán ha confirmado que uno de sus comandantes aprobó el ataque aéreo, y el incidente podría avivar el debate sobre la guerra, impopular en Alemania, tres semanas antes de las elecciones generales.

La OTAN dice que sus objetivos en el ataque eran combatientes talibanes que habían secuestrado los camiones de combustible, pero ha reconocido que algunas de las víctimas asistidas en los hospitales eran civiles.

Smith, enviado a la zona en una misión de investigación por McChrystal, estrechó la mano a heridos y familiares.

"Lamentamos la pérdida de vidas. Expresamos nuestras condolencias a todos los miembros de su localidad", dijo a un familiar a las puertas del hospital.

"Es un desafío para nosotros descubrir qué paso hace dos noches. Dos bombas cayeron en esa zona. Necesitamos descubrir qué pasó realmente (...) y cómo los vecinos de la zona pueden haberse visto afectados por esto", declaró a Reuters.

Smith señaló que no tenía cifras sobre muertos o heridos.

El gobernador de la provincia de Kunduz, Mohammad Omar, culpó a los vecinos de ayudar a los insurgentes talibanes y dijo que tanto los habitantes de la localidad como los talibanes eran responsables de la pérdida de vidas.

"Los vecinos pagaron un precio por ayudar y cobijar a los insurgentes", dijo Omar a Reuters el sábado. Señaló que el recuento de muertos no había finalizado, y que la investigación seguía en marcha.