Actualizado 09/09/2009 14:08

La OTAN libera a un periodista secuestrado en Afganistán

Por Mohammed Hamed

KUNDUZ, Afganistán (Reuters/EP) - Las tropas de la OTAN liberaron el miércoles a un periodista británico del New York Times en el norte de Afganistán, pero un colega afgano resultó muerto en la incursión, llevada a cabo de madrugada.

El periodista británico Stephen Farrell y su colega afgano Mohammad Sultan Munadi habían sido secuestrados cuando intentaban visitar el lugar del ataque aéreo de la OTAN que dejó decenas de afganos muertos en el norte del país.

En un relato publicado en el sitio web del periódico, Farrell dijo fue liberado por un grupo de comandos, pero Munadi fue abatido a tiros cuando intentaba ponerse a salvo.

"Estábamos todos en una habitación, los talibanes corrieron, obviamente era un asalto repentino", dijo Farrell.

Los dos hombres salieron fuera, dijo. "Las balas nos rodeaban. Podía oír voces de británicos y afganos", señaló el cronista.

Farrell dijo que Munadi continuó hacia delante, gritando: "¡Periodista!, ¡Periodista!", pero cayó en medio de una ola de disparos. Farrell no supo si los tiros procedían de los insurgentes o de quienes llevaban a cabo el rescate.

"Yacía en la misma posición en la que cayó", dijo Farrell sobre Munadi. "Eso es todo lo que sé. Le vi caer frente a mí. No se movía. Estaba muerto, estaba tan cerca, apenas a medio metro de mí cuando cayó", agregó el periodista.

Bill Keller, editor de The Times, dijo: "Estamos muy felices de que Steve haya sido liberado, pero profundamente tristes de que su libertad haya tenido este costo. Estamos haciendo todo lo que podemos para conocer los detalles de lo ocurrido. Nuestros corazones están con la familia de Sultan".

Abdul Waheed Omarkheil, jefe del distrito de Char Dara, en la provincia de Kunduz, dijo que una mujer afgana también resultó muerta en el asalto a la casa donde los dos hombres estaban cautivos.

El distrito fue escenario de un ataque aéreo de la OTAN la semana pasada solicitado por las fuerzas alemanas, en el que murieron decenas de afganos. Farrell y Munadi habían acudido a la zona para informar sobre el incidente, en el que murieron civiles, según ha reconocido la OTAN.

La zona está ampliamente controlada por combatientes talibanes, y la policía afgana había avisado a los periodistas occidentales de que no viajaran allí porque existían muchas posibilidades de que fueran secuestrados.

Farrell fue el segundo periodista de New York Times secuestrado en Afganistán en menos de un año. David Rohde permaneció cautivo en Afganistán y Pakistán durante siete meses hasta junio, cuando el periódico dice que escapó de sus captores en Pakistán.

Como en el caso de Rohde, Reuters y otras organizaciones noticiosas occidentales se abstuvieron de reportar sobre la captura de Farrell a pedido del diario, que pensaba que de esa manera favorecía la situación del periodista.