ASUNCION (Reuters/EP) - El Gobierno paraguayo investigaba el miércoles si un error cometido por la policía precipitó el asesinato de un joven secuestrado, un crimen que conmocionó al país y motivó manifestaciones exigiendo seguridad.
El joven fue secuestrado el sábado y encontrado muerto la mañana del lunes con cinco impactos de bala, horas después que su padre, un abogado de clase media, pagara un rescate de 30.000 dólares.
El caso representa un desafío para el Gobierno de Lugo, quien inició recientemente su segundo año de mandato en medio de críticas hacia la creciente inseguridad y busca mejorar la imagen de la policía.
El hecho ocurrió en Ciudad del Este, a unos 350 kilómetros de Asunción, en la zona de la triple frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina, donde bandas dedicadas a cometer ilícitos burlan con frecuencia los controles fronterizos utilizando puertos clandestinos sobre el Río Paraná.
"Se está pidiendo la colaboración de la policía brasileña y argentina", dijo a periodistas el ministro del Interior, Rafael Filizzola, al mencionar la posibilidad de que los responsables del crimen se hayan refugiado más allá de las fronteras.
"En este caso hubo, por decir lo menos, negligencia de un policía que incumplió órdenes específicas (...) el comandante es consciente de la gravedad de esto y estamos haciendo un seguimiento", agregó.
El funcionario señaló que existen testimonios de que un oficial de la policía antisecuestro efectuó un disparo en el momento de la entrega del rescate. El uniformado fue llamado a Asunción a declarar y enfrenta un sumario.
Entre tanto, cerca de 2.000 personas marcharon por las calles de Ciudad del Este portando banderas paraguayas para exigir mayor seguridad, un rápido esclarecimiento del crimen y duras penas para los responsables.