Por Jean Luis Arce
MEXICO DF, 3 mar, 3 Mar. (Reuters/EP) -
- Cuando al niño Alfonso Cuarón le preguntaban qué quería ser de grande, su respuesta planteaba un gran dilema: astronauta o director de cine.
Hoy, a los 52 años, una película que retrata la fantástica y estremecedora supervivencia de un ser humano en el espacio exterior le valió al cineasta mexicano el primer Oscar de su carrera.
El drama existencial plagado de efectos especiales "Gravity", dirigida por Cuarón y escrita junto a su hijo mayor y estrecho colaborador Jonás, fue reconocido en las categorías de mejor director, sonido, edición de sonido, edición, efectos visuales, banda sonora original y fotografía.
Por casualidad o destino, Cuarón creció en el sur de la Ciudad de México muy cerca de los Estudios Churubusco, donde se rodaron grandes títulos de la Epoca de Oro del cine mexicano y una de las películas que, según él, determinó su vocación a los siete años: "Butch Cassidy and the Sundance Kid".
Cuarón, quien tuvo su primera cámara a los 12, recuerda que su pasión por el cine lo hizo ver hasta 40 veces una misma película, seducido por los detalles técnicos y la historia.
Pese a ello, su afán no era aprobado por su madre y debió compartir sus estudios en el estatal Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) con la carrera de filosofía.
"Era un alumno brillante, muy culto y explosivo, esas son las tres características", dijo el crítico de cine, Jorge Ayala Blanco, quien fue profesor de Cuarón de 1980 a 1984, a CNN México.
En el CUEC conoció a su gran socio creativo hasta la fecha: el director de fotografía Emmanuel Lubezki, con quien colaboró en los años de estudiantes en el corto en inglés "Vengance is mine", de Luis Estrada, filme que provocaría en 1985 la salida de Cuarón del CUEC tras la polémica producida entre el profesorado de la escuela.
Cuarón se las arregló para seguir trabajando como asistente de otros directores y en la televisión local. En 1988, decidió junto a su hermano Carlos empezar a escribir la que sería su primera película: "Sólo con tu pareja" de 1991.
La cinta logró gran éxito en México y en festivales internacionales como el de Toronto, lo que puso a Cuarón en la mira de productores de Hollywood.
Cuarón se mudó a Los Angeles y tras años de trabajos menores la oportunidad llegó en 1995 con "La Princesita" (A little princess), una historia de fantasía infantil nominada a dos Oscar, uno de ellos a la mejor cinematografía a cargo de su viejo amigo Lubezki.
"Si tuviera que rescatar una de mis películas, sería La Princesita", dijo el cineasta en un entrevista a fines del 2006.
Desde entonces, las tomas abiertas y planos de larga duración, sumados a las atmósferas oníricas creadas por Lubezki son parte de la identidad fílmica de Cuarón.
CINEASTA SIN FRONTERAS
En 1998, dirigió la adaptación moderna de la novela de Charles Dickens "Grandes Esperanzas" (Great Expectations), con un reparto que incluyó a Robert De Niro y Gwyneth Paltrow, pero que no obtuvo éxito de taquilla ni de crítica.
Cuarón volvió a México y al frente de su propia productora dirigió "Y tu mamá también" en el 2001, una de las cintas más exitosas del cine mexicano dentro y fuera del país.
En 2004, asumió la dirección de la tercera parte de la serie de Harry Potter, "Harry Potter y el prisionero de Azkaban", su película más taquillera a la fecha. Cuarón confesó que cuando le ofrecieron el trabajo no había leído ninguna de las novelas sobre el mago adolescente.
De su amistad con otros dos célebres realizadores mexicanos de su generación, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñarritu, surgió Cha Cha Cha Films, una productora que estuvo detrás de la ópera prima de su hermano Carlos, "Rudo y Cursi".
Tras filmar "Hijos de los Hombres" (Children of Men) en el 2006 -nominada a tres premios Oscar- Cuarón hizo una pausa en su carrera luego de que su hijo menor, Olmo Teodoro, fue diagnosticado con autismo y tras el divorcio de su segunda esposa, Annalisa Bugliani.
Desde entonces, el cineasta está radicado en Londres, pero su trabajo lo lleva constantemente a Estados Unidos y México.
"Creo que los seres humanos primero nacieron y luego se les dieron pasaportes. Estoy realmente muy agradecido por este viaje y es un viaje que yo no diseñé", dijo Cuarón a la publicación japonesa Metropolis en el 2001.