Actualizado 20/08/2009 22:06

Pese a mejor estimación, problema déficit EEUU persiste

Por Jeff Mason

WASHINGTON (Reuters/EP) - La estabilización del sector financiero de Estados Unidos permitió a la Casa Blanca recortar la proyección del déficit presupuestario 2009, pero la cifra sigue siendo récord y no hará más fácil la aprobación de la reforma del sistema de salud.

El Gobierno del presidente Barack Obama bajará su proyección del déficit presupuestario la próxima semana para el año fiscal en curso a 1,58 billones de dólares desde 1,84 billones de dólares, después de eliminar unos 250.000 millones de dólares que se habían calculado para rescates de bancos, dijeron funcionarios.

La decisión refleja que la administración tiene suficiente confianza en la fortaleza del sector financiero como para renunciar a la opción de pedir al Congreso estadounidense más fondos de rescate.

Pero la divulgación de la estimación más baja, que llega en un momento oportuno para Obama, cuando el presidente trata de superar las preocupaciones de los críticos sobre una reforma de casi 1 billón de dólares del sistema de salud, no cambia un problema clave: sigue bastante arriba del billón de dólares.

"El tamaño del déficit sigue siendo grande y la mayoría de los estadounidenses lo verá de esa manera", dijo Julian Zelizer, un profesor de historia de la Universidad de Princeton.

"En este caso, la trampa no está en la letra fina, sino en la cifra del billón de dólares".

En mayo, la Casa Blanca aumentó sus estimaciones para el déficit presupuestario para el año fiscal que termina el 30 de septiembre a 1,84 billones de dólares, representando un descomunal 12,9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

La última cifra, que representa el 11,2 por ciento del PIB, aún marca el mayor déficit como porcentaje del PIB desde 1945.

Obama, un demócrata, ha prometido reducir a la mitad el déficit para fines de su mandato de cuatro años y recuerda a sus votantes que él heredó un agujero fiscal de 1,3 billones de dólares de su antecesor republicano, George W. Bush.

Los auditorios en las reuniones de ayuntamiento donde participa el presidente suelen lanzar abucheos cuando Obama enfatiza ese hecho, y los críticos han ganado espacio diciendo que los costosos planes para reorganizar el sistema de salud, mejorar la educación y alterar el uso de energía en Estados Unidos no encajan con los déficit presupuestarios.

DESAFIOS PERSISTEN

La mejora de la economía podría contrarrestar algunas de esas preocupaciones y los funcionarios de Obama probablemente exhiban la anulación de las cláusulas del rescate bancario como una nueva evidencia de que las cosas van en la dirección correcta.

Nigel Gault, economista jefe para Estados Unidos de la firma de consultoría IHS Global Insight, dijo que las nuevas estimaciones reflejaban avances económicos positivos, pero que el déficit continuaba siendo un problema persistente.

"Es una buena noticia en el sentido de que refleja una economía en estabilización y unos mercados financieros menos atribulados", dijo Gault respecto de las últimas proyecciones.

"Pero aún persiste el tema del largo plazo: ¿puede la administración implementar una 'estrategia de salida' exitosa de los enormes déficit, especialmente después de sumar los costos de la reforma de la salud?", agregó.

Esa pregunta subyace en la mente de muchos estadounidenses, quienes según las encuestas, están preocupados de que un aumento de impuestos venga pronto si no baja el déficit fiscal.

Mientras tanto, con avances o no, la economía estadounidense todavía tiene mucho camino por delante antes de que se pueda considerar saludable de nuevo, y ese proceso podría alterar los planes presupuestarios en el futuro.

"El principal factor de un presupuesto ahora es el estado de la economía", dijo el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs esta semana. "Creo que hay dudas de los desafíos que persisten para pone en orden nuestra casa fiscal".