BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El peso argentino cerró con una leve baja el martes frente al dólar, en una sesión tranquila de negocios y sin expectativas de variaciones bruscas de la cotización en el mediano plazo.
Analistas y operadores afirman que la moneda doméstica se mantendrá en torno de las 4,20 unidades el próximo año en medio de una férrea política monetaria que evita oscilaciones indeseadas de la moneda, pero que avala una paulatina depreciación.
El peso en la plaza mayorista de cambios, donde opera el Banco Central con compras o ventas de dólares de sus reservas, cayó un 0,13 por ciento a 3,845/3,8475 por dólar, y en el circuito informal bajó un 0,06 por ciento a 3,86/3,865 unidades.
"Sin demasiado movimiento y en un clima apático pero con tono francamente tomador, el dólar siguió subiendo pequeños escalones hasta llegar a 3,846 pesos, precio techo de la rueda y en donde la aparición de algunos bancos vendiendo posiciones propias o de exportadores volvieron a bajar el tipo de cambio hasta 3,44", explicó Carlos Risso, analista de Notibancos.
Agregó que a "menos de un minuto para el cierre de la sesión apareció el Banco Central barriendo todas las posturas de ofertas de dólares en valores de 3,845 y 3,846 para alzarse con alrededor de 30 millones según los primeros cálculos, que sirvieron para seguir engrosando sus reservas".
Las reservas internacionales del Banco Central, que son el sostén de la actual política monetaria, totalizaban 44.722 millones de dólares al viernes, según datos provisorios.
El peso argentino tiene un respaldo real del 84,96 por ciento, dijo el economista y ex presidente del Banco Central Rodolfo Rossi.
En el mercado minorista de cambios, los negocios cerraron a 3,83/3,86 por dólar, desde un nivel previo de 3,855 pesos para la venta, según el promedio de pizarras de bancos y entidades financieras.