Actualizado 18/08/2009 01:38

Preocupa ambición política de jefe Banco Central Brasil

Por Isabel Versiani

BRASILIA (Reuters/EP) - El posible intento del presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, de postularse a la gobernación de su estado, establece un mal precedente para la entidad y podría socavar la credibilidad de su política monetaria.

Meirelles todavía no ha confirmado las extendidas especulaciones de que buscará el Gobierno del central estado de Goiás en las elecciones del próximo año.

Pero eso parece ya un hecho luego de aparecer al lado del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en un acto público en la ciudad de Anápolis la semana pasada, donde el mandatario lo elogió y dijo que sería un excepcional administrador para el estado de Goiás.

La declaración avivó el debate sobre si el banquero debería tener una agenda política.

"El mercado va a comenzar a mirar toda y cualquier decisión con una pequeña duda: ¿será que hay una intención política? Es natural que haya desconfianza", dijo Rafael Guedes, director ejecutivo de la agencia de calificación de riesgo Fitch en Brasil.

"Pero esto está mitigado por el impecable historial de Meirelles. El nunca se desvió ni un milímetro de las decisiones técnicas", agregó.

Los antecedentes de Meirelles como un guardián de la inflación le han ganado la confianza de los mercados financieros y apaga algunas preocupaciones de que su eventual candidatura pueda mezclar decisiones sobre las tasas de interés con la política.

Pero eso no ha impedido comentarios de que el ex presidente de banca global de FleetBoston Financial pudiera verse tentado a acelerar las reducciones de las tasas de interés para ganar apoyo político en una elección por el Gobierno de Goiás.

Algunos sugirieron que Meirelles podría postergar algunos recortes de tasas para mostrar que es inmune a las presiones políticas, dijeron analistas.

Por las reglas electorales de Brasil, Meirelles debe renunciar a su cargo en el Banco Central hasta marzo si quiere ser un candidato en las elecciones de octubre del 2010. También tiene hasta el próximo mes para afiliarse a un partido político.

Carlos Thadeu de Freitas, un ex director del Banco Central, dijo que la asociación de Meirelles con la disputa electoral "es un precedente institucional que debe ser evitado".

"La presidencia y las directorias del Banco Central no son compatibles con el ejercicio de la política", afirmó.

En respuesta a esas preocupaciones, la oficina de prensa del Banco Central dijo que Meirelles "no va a perder todo lo que construyó a lo largo de los últimos años y que hoy es su principal herencia: el compromiso firme con el control de la inflación y con una política monetaria basada en análisis técnicos y sin interferencia política".

Si Meirelles se une a un partido en las próximas semanas, eso no implicaría necesariamente que decida ser un candidato, dijo el banco.

Si busca el Gobierno de Goiás, esa no sería la primera incursión política de Meirelles, quien fue electo diputado en las elecciones del 2002 por el ahora opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) por Goiás.

Meirelles fue el candidato más votado en la historia del estado, pero no ocupó su banca para convertirse en titular del Banco Central cuando asumió Lula en enero del 2003.

DUDA SOBRE SUCESOR

El funcionario ha sido criticado por lo que muchos en el Gobierno de Lula consideran una política monetaria demasiado conservadora.

Aunque la tasa de interés referencial de Brasil sigue estando alta de acuerdo a los estándares internacionales, está en un históricamente bajo 8,75 por ciento luego de cinco recortes consecutivos este año.

Los críticos de Meirelles quisieran ver recortes mayores y más rápidos, y estiman que el Banco Central se ha preocupado consistentemente por la inflación en primer lugar, convirtiendo al presidente del banco en blanco de los dardos de la izquierda y de los industriales.

Debido a que la autoridad monetaria no es formalmente independiente, la potencial candidatura de Meirelles "aumenta un poco el ruido", dijo Roberto Padovani, economista jefe en Brasil de WestLB.

Aunque Lula ha respetado la autonomía del Banco Central para fijar la política económica, puede despedir a sus directores en cualquier momento. Eso, según algunos analistas, deja vulnerable al banco a la presión política.

Sin embargo, el hecho de que las decisiones de política monetaria son tomadas por un comité de directores que siguen una meta prefijada de inflación, ayuda a mitigar preocupaciones de interferencia política.

Guedes, de Fitch, dijo que las dudas sobre quién sucedería a Meirelles pueden generar más preocupación que la propia actuación del Banco Central hasta marzo.

Hasta el momento, el nombre más mencionado en círculos del Gobierno como eventual nuevo jefe del Banco Central es el de Alesandre Tombini, actual director de Normas de la institución.