Actualizado 31/08/2009 19:31

Presidente de Colombia evoluciona bien a contagio H1N1

BOGOTA (Reuters/EP) - El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, pese a continuar aislado y en reposo, evoluciona satisfactoriamente al tratamiento médico después de que resultó contagiado con el virus de la gripe H1N1, informó el lunes el Gobierno.

El mandatario, de 57 años, permanece en su casa privada en la sede de la presidencia, en el centro de Bogotá, y atiende por teléfono e internet todos los asuntos del Gobierno, aunque canceló su agenda pública hasta nueva orden de los médicos.

"La salud del presidente evoluciona satisfactoriamente y continúa aislado y en reposo", dijo a Reuters el secretario de información y prensa de la Presidencia, César Mauricio Velásquez.

Uribe se convirtió en el segundo presidente de América Latina contagiado por la gripe H1N1, después del mandatario de Costa Rica, Oscar Arias.

El presidente colombiano comenzó a sentirse mal el viernes en la tarde a su regreso de Bariloche, Argentina, en donde defendió ante sus homólogos de Sudamérica un acuerdo militar con Estados Unidos.

El sábado, durante un consejo comunal de Gobierno que se realizó en Puerto Carreño, la capital del departamento del Vichada, se le vio estornudar en varias ocasiones y a su regresó a Bogotá recibió atención médica y se le practicaron exámenes que comprobaron el contagio.

En Colombia, el primer país de Sudamérica en reportar la presencia de la gripe H1N1, se han reportado hasta el momento 621 casos y 34 muertos como consecuencia del virus.

La agenda que debía cumplir el canciller Jaime Bermúdez en China fue aplazada por prudencia y aunque el diplomático no ha experimentado ningún síntoma de contagio permanece aislado y bajo observación médica, informó a la radio local el embajador en Pekín, Guillermo Ricardo Vélez.

Bermúdez asistió con Uribe a Bariloche y todo el tiempo estuvo sentado junto al mandatario.

El virus H1N1 se propagó rápidamente después de aparecer en abril en México y Estados Unidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaró en junio una pandemia y advirtió que la nueva cepa puede infectar a cientos de millones de personas.