Publicado 10/12/2014 18:21

Tras las protestas, las ciudades de Brasil intentan subir otra vez tarifas de buses

Por Asher Levine

SAO PAULO, 10 dic, 10 Dic. (Reuters/EP) -

- Las ciudades brasileñas siguen adelante con sus planes de subir las tarifas de los buses, a pesar de la amenaza de que se repitan las protestas callejeras que el año pasado sacudieron al Gobierno de Dilma Rousseff.

Las alzas en los pasajes son vistas como una prueba importante de la reacción que habría ante los planes de Rousseff de poner en marcha algunas medidas impopulares -como subidas de impuestos y recortes presupuestarios-, con las que busca corregir los desequilibrios que complican a la mayor economía de Latinoamérica.

La última vez que las ciudades intentaron aplicar aumentos de entre un 7 y un 10 por ciento en los precios de los pasajes, a mediados de 2013, los estudiantes y otros activistas encabezaron manifestaciones que llevaron a las calles a más de un millón de personas.

Las protestas provocaron una fuerte caída en la popularidad de la mandataria, que a su vez presionó a los alcaldes para que dieran marcha atrás en su decisión.

Las manifestaciones se extinguieron, pero las ciudades acabaron pagando subsidios a las compañías de transporte para evitar su quiebra.

Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil, podría tener que pagar hasta 2.000 millones de reales (769 millones de dólares) en subsidios el año próximo, lo que impediría hacer inversiones en otras partes, según funcionarios municipales.

En esta ocasión, el plan es explicar de forma más clara por qué es necesaria la subida, que algunos analistas estiman se acercaría al 15 por ciento.

Se espera además que un clima político menos cargado, tras la reelección de Rousseff en octubre, ayude a evitar la repetición de las protestas del año pasado.

"Podemos gastar mil millones en subsidios o en un hospital (...). Esa es la discusión que estamos teniendo", afirmó María Fernanda Conti, portavoz del Ayuntamiento de Sao Paulo.

Otras ciudades también planean subir las tarifas de los buses.

Las tarifas se ajustarían en enero, cuando la mayoría de los estudiantes están de vacaciones. El Gobierno considera que así podrían evitar nuevas protestas, según comentó a Reuters un funcionario de alto rango.

Pero ya hay grupos, formados por cientos o unos pocos miles de personas, que planean frenar de nuevo las alzas.

"El Gobierno nunca se acercó a nosotros" dijo Nina Capello, del Movimiento Pase Libre, que exige transporte público gratuito para todos. "Si la sociedad es capaz de organizarse y movilizarse, podemos evitar este aumento".

(1 dólar = 2,60 reales)