Actualizado 22/09/2009 23:17

Raúl Castro impulsa a los cubanos a repensar en el socialismo

Por Marc Frank

LA HABANA (Reuters/EP) - Los cubanos comenzaron esta semana a dar una dura mirada a temas candentes como el racionamiento de alimentos, el robo en los centros de trabajo, los subsidios y el mercado negro, en un debate nacional convocado por el presidente Raúl Castro.

Las autoridades de la isla lanzaron una agenda de 10 puntos que serán discutidos en miles de reuniones convocadas en centros de trabajo, universidades y organizaciones sociales, para hacer reflexionar a los cubanos sobre el sistema socialista.

La agenda, que se debatirá durante un mes, está enfocada en los temas económicos destacados por Castro en un discurso pronunciado en agosto ante el Parlamento cubano.

"Es importante que estas reuniones se caractericen por la más absoluta libertad de criterios, la sinceridad de los pronunciamientos, y el respeto a las opiniones que pueden resultar discrepantes", señala la guía, a la que Reuters tuvo acceso.

En las reuniones se debatirá sobre la posibilidad de eliminar uno de los sistemas de racionamiento alimentario más antiguo del mundo, así como los subsidios en el área de transporte público y los almuerzos en centros de trabajo y estudio.

Alicia, una militante del Partido Comunista que encabezará el debate la próxima semana en su centro de trabajo en La Habana, dijo que el propósito era "hacer un llamado a cada uno a que haga lo que tiene que hacer y no siga mirando al cielo y gritando que hay problemas".

"Claro que hay problemas y muchos, y lo que hace falta es que cada uno comience a resolver los suyos", dijo Alicia, quien pidió no revelar su apellido.

Reuniones similares se efectuaron en el 2007 durante la cual se les solicitó a los cubanos que expresaran sus quejas y lo que esperaban del Gobierno.

La guía solicita a los participantes que apliquen las ideas de Castro en su propio "radio de acción", identificando los problemas y proponiendo soluciones.

"Nadie, ninguna persona, ni país, puede gastar más de lo que ingresa. Dos más dos siempre son cuatro, no cinco", dijo Castro en su discurso de agosto.

"Dentro de las condiciones de nuestros socialismo imperfecto, debido a nuestras propias deficiencias, dos más dos, a menudo suma tres", añadió.

Los cubanos tienen sentimientos encontrados en el debate. Algunos sostienen que la convocatoria es un esfuerzo sincero para involucrarlos en el mejoramiento de sus vidas, mientras otros sospechan que esto es una trampa para imponer medidas de austeridad que han sido decididas por el Gobierno.

"La canasta básica daba para 15 días más o menos y ahora no va a alcanzar ni para 10 días", dijo con rostro triste Jorge, un trabajador de la construcción.

IGUALITARISMO Y CENTRALIZACIÓN

En su discurso de agosto, Castro dijo que la escasez de divisas obligó a su Gobierno a hacer drásticos recortes en las importaciones, los presupuestos y hasta aplazó los pagos a sus acreedores y proveedores extranjeros.

También dijo que el igualitarismo no debía tener lugar en el socialismo, excepto en el sentido de la oportunidad, buscando que ganen más dinero los que más producen.

La guía incluye fragmentos de un discurso de Castro en julio pasado en que dice a los cubanos: "No es cuestión de gritar !Patria o Muerte! (consigna histórica), !Abajo el imperialismo!, el bloqueo nos golpea, y la tierra ahí esperando por nuestro sudor".

El Gobierno llama "bloqueo" al embargo comercial que aplica Estados Unidos a la isla desde hace 47 años y al que las autoridades cubanas atribuyen los problemas de su economía nacional.

Castro llamó a la descentralización de la economía, la búsqueda de nuevas formas de propiedad, poniendo fin a las gratuidades y subsidios del Gobierno, excepto las incluídas en la Constitución como la salud pública, la educación y la seguridad social.

El presidente cubano admitió ante el Parlamento de la isla que ha habido un cambio en el tono de la administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y reiteró que está abierto al diálogo para intentar una solución para la disputa ideológica con su vecino a 145 kilómetros.

"Hemos reiterado que estamos dispuestos a hablar de todo con el Gobierno de Estados Unidos (...) pero no a negociar nuestra soberanía, ni nuestro sistema político y social, el derecho a la autodeterminación", dijo entonces Castro.

El presidente Obama redujo ligereramente algunos aspectos del embargo contra la isla y comenzó una serie de conversaciones con el Gobierno cubano en materia de inmigración y el restablecimiento del correo directo.

Sin embargo, el Gobierno de Obama está esperado mayores resultados en el tema de la democracia, la liberación de los presos políticos y los derechos humanos en Cuba.