Por Mohamed Sudam y Mohammed Ghobari
SANAA (Reuters/EP) - Unos 16 rebeldes chiítas y cinco soldados murieron en choques ocurridos en el norte de Yemen el viernes, un día después de que 15 trabajadores locales de ayuda humanitaria fueran secuestrados, en momentos en que los enfrentamientos se intensifican en el empobrecido país árabe.
Rebeldes leales al líder Abdul-Malik al-Houthi atacaron y dañaron un edificio gubernamental en la norteña provincia de Amran, dijo una fuente local a Reuters.
Los rebeldes secuestraron a médicos, enfermeros, oficiales y administradores de la organización Media Luna Roja de un campo de refugiados en la vecina provincia de Saada el jueves, dijo anteriormente el gobernador Hassan al-Manna.
Los rebeldes desplazaron a unas 17.000 familias de sus hogares en la provincia montañosa de Saada, en el norte del país, en los últimos cuatro días, dijo Manna, según la página de internet del Ministerio de Defensa yemení.
El jueves, el Gobierno anunció condiciones para un cese el fuego con el objetivo de poner fin a una ofensiva contra los rebeldes en el norte del país, pero éstos rechazaron la tregua y negaron haber secuestrado civiles.
Autoridades dicen que los rebeldes quieren reinstaurar una forma de gobierno clerical que regía en Yemen hasta la década de 1960, mientras que los combatientes afirman que defienden sus poblaciones de la opresión oficial.
La lucha entre tropas yemeníes apoyadas con artillería aérea y los rebeldes chiítas dejaron decenas de muertos y heridos en el norte del país, dijeron el miércoles autoridades locales y combatientes.
Yemen, uno de los países árabes más pobres, ha luchado contra una rebelión chiíta, un creciente sentimiento separatista en el sur y una ola de ataques de Al Qaeda.
Pese a los intentos de comenzar un diálogo, en las últimas semanas continuaron y se intensificaron los esporádicos combates.