Actualizado 09/02/2015 16:38

RESUMEN-Objetivos de plan de inversión del G-20 enfrentan una dura oposición

Por Dasha Afanasieva y Orhan Coskun

ESTAMBUL, 9 feb, 9 Feb. (Reuters/EP) -

- Los responsables de Finanzas del G-20, grupo que engloba a las principales economías del mundo, probablemente rechacen una propuesta para fijar objetivos específicos de inversión a los países, con la que se busca estimular una economía global que parece depender cada vez más de Estados Unidos para crecer.

La reunión de ministros de Finanzas y banqueros centrales en Estambul se realiza justo cuando Grecia provoca nuevamente incertidumbre en Europa, el desplome de los precios del petróleo hace estragos en las previsiones de inflación y de crecimiento y el fortalecimiento del dólar amenaza a las economías emergentes.

El viceprimer ministro turco, Ali Babacan, dijo que su país -que preside el G-20 en 2015- prefiere establecer objetivos vinculantes de inversión nacional, pero parecía tener problemas para sumar apoyos.

"Sería algo complicado y un poco teórico", comentó el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, a los periodistas.

"Estoy presionando en favor de un objetivo global. Europa puede fijar su propio objetivo y cumplirlo, pero no apoyo objetivos precisos para el resto", agregó.

Una fuente del G-20 dijo a Reuters que la idea ya ha sido retirada de la mesa.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, dijo esta semana que Estados Unidos no puede ser "el único motor de crecimiento", mientras que un alto funcionario de ese país reveló que el mensaje de Washington al entrar en las reuniones será nuevamente que Europa no está haciendo lo suficiente.

Alemania, con su importante superávit por cuenta corriente y un presupuesto equilibrado, ha soportado una presión cada vez mayor en sucesivas reuniones del G-20 para que gaste más.

Berlín ha rechazado la sugerencia en el pasado y es probable que argumente que su creciente demanda interna y los planes para aumentar la inversión muestran que está haciendo lo que puede, según fuentes europeas cercanas a la agenda del G-20.

Sus pares en la zona euro Francia e Italia han pedido un alza de la inversión en el atribulado bloque.

"Debemos ser más valientes en Europa a la hora de asumir riesgos (...) Espero que la acción política facilite un aumento de las inversiones del sector privado, especialmente en infraestructuras", dijo el ministro de Economía italiano, Pier Carlo Padoan, en una reunión financiera en Estambul antes de la reunión del G-20.

Los líderes del G-20 habían acordado el año pasado poner en marcha nuevas medidas para aumentar el crecimiento del Producto Interno Bruto colectivo en 2 puntos porcentuales adicionales en los próximos cinco años por encima del nivel previsto en 2013.

El pacto, llamado Plan de Acción Brisbane, implica unos 1.000 compromisos, que es probable que ahora sean rebajados a un número más manejable para cada país.

"Mantengan su palabra o explíquense", fue la frase con la que Babacan describió la estrategia.

Si estos compromisos se cumplen, se podrían agregar más de 2 billones de dólares a la economía mundial y crear millones de nuevos empleos en los cuatro próximos años, aseguró la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, en una publicación en su blog el viernes.

SOMBRA GRIEGA

La negativa del nuevo Gobierno griego a ampliar el rescate de la UE y el FMI y buscar, en su lugar, un nuevo acuerdo que ponga fin a la austeridad y reestructure su deuda, proyectará una larga sombra sobre la reunión de Estambul.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, sugirió que está preocupado por el impacto en el mercado financiero si el nuevo líder griego, Alexis Tsipras, cumple su amenaza de abandonar el acuerdo de rescate internacional de Grecia.

El G-20 preparó un paquete de estímulo mundial durante la crisis financiera del 2007-2009, pero el desafío actualmente es más delicado debido a políticas monetarias divergentes en medio de la turbulencia global.

La Reserva Federal de Estados Unidos parece que subirá las tasas de interés este año, en marcado contraste con los grandes programas de impresión de dinero del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de Japón, además de los recortes de tasas en países como India, Australia, Canadá y Dinamarca.

Por si fuera poco, el gigante chino también se está desacelerando.

Un subproducto de esta situación es que el dólar está subiendo, mientras otras divisas sufren.

El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, dijo a periodistas que el descenso de los precios globales del petróleo es bueno para la economía mundial y que la reciente debilidad del yen no es un problema.

Por su parte, el italiano Padoan dijo que los precios bajos del crudo y impacto anticipado de un plan del BCE para comprar cerca de 1 billón de euros en bonos gubernamentales ayudó a mejorar el panorama económico y llevará al euro a un nivel más "consistente".