Por Hamid Shalizi
KABUL (Reuters/EP) - Funcionarios afganos dijeron el jueves que retrasaron la publicación de más resultados de la disputada votación presidencial, sumando confusión a un escenario que parece encaminarse a una segunda vuelta electoral.
Hasta el momento, se ha realizado el recuento de cerca del 17 por ciento de las 27.000 estaciones de votación, lo que significa que los resultados podrían oscilar ampliamente en los días venideros.
Los resultados preliminares se esperan para el 3 de septiembre y el recuento definitivo se conocerá cerca de dos semanas más tarde.
Afganistán se ha mantenido en un limbo político desde la votación del 20 de agosto y los resultados parciales publicados hasta ahora muestran que el presidente Hamid Karzai lleva la ventaja sobre su principal rival, su ex ministro de Relaciones Exteriores Abdullah Abdullah, con un 43 sobre un 34 por ciento.
La Comisión Electoral Independiente (CEI) dijo que sólo los votos de las elecciones de consejo provincial, realizadas paralelamente a la votación presidencial la semana pasada, serán contados el jueves.
Sumando tensión al panorama, algunas fallas en programas computacionales han retrasado más de lo esperado los resultados, indicó el jefe interino de la CEI, Zekria Barakzai.
La elección es una gran prueba para Karzai tras ocho años en el poder. También representa un desafío para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien ha enviado miles de soldados adicionales como parte de su nueva estrategia regional para derrotar a los talibanes y estabilizar Afganistán.
El panorama no se clarificará por al menos dos días, pues no hay recuentos programados para el viernes, día sagrado musulmán.
"Obtendremos nuevas cifras e información el sábado", comentó a Reuters Barakzai.
Para evitar una segunda vuelta potencialmente desestabilizadora, un candidato debe obtener más del 50 por ciento de los votos.
A partir del recuento parcial de votos publicado hasta ahora, es probable que se realice un balotaje, expresaron observadores.
La seguridad en Afganistán se ha deteriorado rápidamente este año, con ataques que llegan a los peores niveles desde que talibanes islamistas fueron derrocados por fuerzas afganas lideradas por Estados Unidos en el 2001.