BRASILIA, 2 Jul. (Reuters/EP) -
- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, descartó cambios por el momento en su equipo económico y reforzó la necesidad de que el país tenga las cuentas públicas equilibradas para ayudar a controlar la inflación y atravesar el período de transición hacia una política monetaria menos expansiva en Estados Unidos.
"No hay ningún (cambio en el equipo económico) a la vista", dijo el lunes la presidenta en una inusual conferencia de prensa, durante una reunión ministerial en Brasilia.
Rousseff reunió el lunes a sus ministros para discutir los cinco pactos acordados con los gobernadores y alcaldes tras las manifestaciones en las calles, con atención a la solidez fiscal y la reforma política.
Aunque defendió el equilibrio fiscal, Rousseff dijo que no va a recortar el gasto social para poder atender las demandas de los manifestantes.
"Mi Gobierno nunca negociará una reducción de los gastos sociales", dijo la mandataria, quien agregó que la reducción del gasto social no está en la lista de demandas de las calles.
Rousseff dijo que el martes enviará una sugerencia a la Cámara y el Senado para un plebiscito sobre la reforma política, y que le gustaría ver que los cambios entren en vigor para las elecciones de 2014, aunque reconoció que no depende del Gobierno.