BRASILIA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha negado este lunes que se vaya a subir los impuestos sobre los productos de alimentación básicos y ha reconocido el derecho de la ciudadanía a expresar sus preocupaciones en la calle, tras las manifestaciones organizadas este pasado fin de semana por partidos políticos y movimientos sociales.
Rousseff ha recordado que ella luchó contra la dictadura militar y, por ello, al ser preguntada por las protestas ciudadanas, ha afirmado que "merece la pena pelear por la democracia". "Mi generación dio su vida para que la gente pudiera finalmente salir a las calles para expresarse", ha añadido la mandataria.
En unas declaraciones que publica el diario brasileño 'O Globo', Rousseff ha insistido en que el impuesto sobre los productos de la 'cesta básica' no se va a modificar "en ningún caso". Sin embargo, ha recordado que sí se va a reajustar la desgravación fiscal en la nómina.
"Mi gobierno tiene la responsabilidad de dar estabilidad a la economía. Estamos seguros de que esta estabilidad es la que proporciona empleo y crecimiento para el país", ha agregado la presidenta de Brasil, que habla de "responsabilidad compartida" cuando se refiere a la crisis económica por la que atraviesa el país sudamericano.
Por último, se ha referido al problema con la corrupción --que afecta a un elevado número de altos cargos de su partido-- y, más concretamente, a la trama corrupta relacionada con la compañía estatal Petrobras. En este sentido, ha advertido de que este fenómeno "no perdona a nadie", al tiempo que ha añadido que la lucha contra la corrupción debe partir de un proceso educativo.