SIDNEY (Reuters/EP) - La selección de rugby de Australia tendrá vía libre para ir al ataque el sábado contra los All Blacks en el torneo Tres Naciones, en un intento desesperado de salvar algo de su temporada.
Aunque matemáticamente aún estarán vivos en este torneo pase lo que pase en este encuentro, tanto los Wallabies como Nueva Zelanda ven el partido de Sidney como uno que hay que hay que ganar si quieren mantener sus opciones reales de luchar por el título.
Por lo tanto, el entrenador de Australia, Robbie Deans, espera un partido abierto.
"No creo que uno u otro equipo vayan a jugar de forma totalmente conservadora", dijo Deans el viernes a periodistas.
"Ambos estamos en un punto donde queremos seguir vivos en la competencia y otra cosa que no sea un triunfo no será suficiente para lograrlo (...) Bajo esa circunstancia, los equipos probablemente estarán más dispuestos a asumir riesgos", agregó.
Australia no contará con su lesionado capitán Stirling Mortlock, pero George Smith, quien llevará la cinta, confía en las posibilidades de su equipo.
Los Wallabies sufrieron fuertes penalizaciones en sus dos últimos partidos, que perdieron como visitante ante Nueva Zelanda y Sudáfrica, pero Smith espera un comportamiento más disciplinado esta semana.
"Me aseguraré de que podamos conseguir ese equilibrio y de que el equipo esté consciente de lo que hay que hacer", dijo Smith.
Los All Blacks, con el apertura Daniel Carter reapareciendo tras una lesión, también se han comprometido a mejorar.
"No estamos muy contentos con lo que hemos hecho en los dos partidos anteriores", dijo el capitán Richie McCaw.
Sudáfrica ha ganado sus tres partidos disputados en el Tres Naciones, mientras que Nueva Zelanda ha ganado uno y Australia ha perdido sus dos encuentros.