Actualizado 04/09/2009 02:56

Sector porcinos en EEUU toma medidas para frenar caída precios

Por Bob Burgdorfer

CHICAGO (Reuters/EP) - El sacrificio de porcinas en Estados Unidos aumentó durante dos semanas consecutivas, en un intento de los productores por moderar la reproducción de estos animales tras un desplome en el precio de los cerdos a sus niveles más bajos en siete años, dijeron el jueves analistas.

Los porcicultores han estado perdiendo dinero desde fines del 2007 debido a los elevados precios que alcanzó el alimento para sus animales, a la propagación de la gripe H1N1, que inicialmente se llamó gripe porcina, a la caída de la demanda y a la recesión económica.

Para aliviar al sector, el Gobierno anunció el jueves que comprará productos de cerdo por 30 millones de dólares en el año fiscal 2009 para los programas federales de alimentos.

Un informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos mostró el jueves que el sacrificio de porcinas en Estados Unidos, en la semana finalizada el 22 de agosto, alcanzó las 70.695 cabezas, un 4,4 por ciento más que hace un año atrás.

"Eso es sólo el principio", dijo Jim Robb, economista de. Livestock Marketing Information Center.

Analistas indicaron que si bien el incremento en el sacrifico de porcinas era alentador, era necesario que se intensificara más para que el próximo año subieran los precios de los animales y de su carne.

Los analistas dijeron que los especímenes reproductores necesitan reducirse entre un 5 y un 10 por ciento para que disminuya el exceso de inventarios y se estabilice tanto los mercados de futuros, como los físicos.

Una encuesta de la Federación de Exportación de Carne de Estados Unidos mostró que cerca de dos tercios de los consumidores chinos dejó de comer esa carne en las etapas iniciales del brote de la gripe H1N1.

China es el mayor productor y consumidor de cerdo del mundo.

La demanda se contrajo pese a las afirmaciones de científicos de que la gripe no se contrae con el consumo de la carne de un animal infectado.

(Con el reporte adicional de Julie Ingwersen y Jerry Bieszk en Chicago y Christopher Doering en Washington; editado en español por Mónica Vargas)