Actualizado 08/09/2009 22:18

Sindicatos franceses planean sexta protesta contra Sarkozy

PARIS (Reuters/EP) - Los principales sindicatos de Francia planean una sexta ronda de protestas contra el manejo de la crisis económica por parte del Gobierno, las que podrían incluir tanto huelgas como marchas y actos.

Las últimas grandes manifestaciones de junio tuvieron una asistencia más baja de lo esperado debido a los conflictos entre los sindicatos, que no se pusieron de acuerdo sobre si marchar o hacer huelgas, y por un alza en la popularidad del presidente Nicolas Sarkozy.

Las diferencias entre las agrupaciones persisten. De los ocho sindicatos que han llevado a millones de manifestantes a las calles desde enero, dos no apoyaron el plan más reciente para el 7 de octubre.

"No fue posible llevar a todos a la mesa, pero esperamos que las otras organizaciones se unan", dijo el martes Bernard Thibault, secretario general de la mayor agrupación sindical de Francia, CGT, agregando que las medidas exactas a tomar serían decididas localmente.

Los sindicatos están presionando al Gobierno para que eleve el sueldo mínimo, aumente la protección laboral y asegure una distribución más justa de las ganancias de las firmas.

Force Ouvriere, una de las agrupaciones que no respaldó la última iniciativa, ha cuestionado si las manifestaciones son el mejor modo de alcanzar aquellas metas, argumentando que sólo una huelga general puede obligar al Gobierno y a los empleadores a actuar.

El 1 de mayo, cientos de miles de manifestantes se tomaron las calles - 1,2 millones según la CGT y 450.000 según el Ministerio del Interior.

Pero en junio el resultado cambió a 150.000 manifestantes, según la CGT, la octava parte de lo que esperaban. El Ministerio del Interior fijó la cifra en 71.000.

Los sindicatos marcharon además el 29 de enero, el 19 de marzo y el 26 de mayo.

Mientras los sindicatos debaten las manifestaciones masivas y las huelgas nacionales, los trabajadores que actúan independientemente han llegado a los titulares con protestas más inusuales: encerrar a los jefes durante la noche o amenazas de hacer explotar las fábricas.