Actualizado 14/08/2009 23:21

Síndico quiere activos de mujer "puertas afuera" de Stanford

Por Anna Driver

HOUSTON (Reuters/EP) - El síndico a cargo de los activos del magnate estadounidense Allen Stanford, acusado de un multimillonario fraude, buscar tomar los 3 millones de dólares de la venta de una casa en Florida que estaba a nombre de una de las mujeres del empresario, según documentos judiciales.

De acuerdo con los documentos presentados el jueves, Rebecca Reeves-Stanford, de 54 años, vendió en mayo su residencia en Key Biscayne, Florida, y transfirió ese dinero a cuentas en las Islas Cook y Nueva Zelandia para esconderlo.

Reeves-Stanford, madre de dos de los seis hijos de Stanford, "es una de las varias 'esposas por fuera' con las que Stanford tuvo relaciones", dijeron abogados que trabajan con el síndico Ralph Janvey.

"Aparentemente, Stanford proveyó a Reeves de grandes sumas de dinero y sustanciosos regalos por casi dos décadas", agregaron.

Stanford, quien espera juicio, estaba separado de una esposa, tenía una novia y otros tres hijos con otras dos mujeres.

Janvey pidió al juez de distrito David Godbey de Dallas que sancione a Reeves-Stanford y a dos de sus abogados.

También solicitó al tribunal desalojar a la hija de 27 años de Stanford, Randi, de su lujoso condominio en Houston valuado en más de 1 millón de dólares.

Stanford enfrenta 21 cargos criminales relacionados con un esquema Ponzi o piramidal.

Los documentos judiciales señalaron que, dado que Stanford contribuyó con al menos 1,4 millones de dólares para adquirir la vivienda, los fondos de su venta son parte del patrimonio bajo la sindicatura.

"Incluso si Reeves es inocente de cualquier ilegalidad con respecto al esquema irregular de Stanford que subyace a esta acción, ella no tenía derecho a actuar como lo hizo", agregaron los abogados.

Stanford ha negado haber cometido delitos.

Según documentos presentados por su abogado, Reeves-Stanford tuvo que vender la casa porque la orden de la corte que congeló los activos de Allen Stanford paralizó los pagos a sus hijos y la venta de su propiedad no habría violado la orden del tribunal de Dallas.