Por Silvio Cascione
BRASILIA, 17 mar, 17 Mar. (Reuters/EP) -
- La tasa de inflación anual de Brasil probablemente se aproximó a un 8 por ciento a mediados de marzo debido a que la posibilidad del racionamiento de energía elevó los costos de la electricidad, mostró el martes un sondeo de Reuters.
Los precios al consumidor probablemente subieron un 7,88 por ciento en los 12 meses hasta mediados de marzo, más que el incremento de 7,36 por ciento anual hasta mediados de febrero, según la mediana de las previsiones de 20 economistas consultados en un sondeo de Reuters sobre el índice IPCA-15, que será divulgado el viernes.
Si eso se confirma, sería la mayor tasa de inflación hasta mediados de mes desde mayo de 2005.
Sobre una comparación mensual, los precios al consumidor probablemente subieron un 1,21 por ciento desde mediados de febrero, una desaceleración frente a un incremento de 1,33 por ciento en la lectura previa, según la mediana de los pronósticos de 26 economistas consultados en el sondeo.
La inflación alta ha sido uno de los mayores obstáculos de Brasil para un crecimiento económico más veloz en los últimos años, ha pesado en la confianza del consumidor y de las empresas y ha llevado al banco central a elevar las tasas de interés a dos dígitos.
También ha minado la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff, que el domingo fue el blanco de enormes manifestaciones contra la corrupción.
Los precios de la energía eléctrica subieron hasta un 39,5 por ciento a comienzos de marzo después de que el Gobierno finalmente optó por pasar al consumidor los costos mayores de usar generadores termoeléctricos de emergencia.
La escasez de lluvias ha minado al sistema hidroeléctrico de Brasil, que produce la mayor parte de su energía.
La inflación de los alimentos también se habría acelerado hasta mediados de marzo, según economistas consultados en el sondeo.
Los riesgos de que la depreciación cambiaria pueda provocar aumentos de los precios del combustible en la economía llevaron al banco central a elevar las tasas de interés este mes a 12,75 por ciento, un máximo nivel en seis años.
"El paso de una moneda más débil a la inflación está lejos de ser trivial", escribió en una nota el jefe de investigación económica de América Latina en Goldman Sachs, Alberto Ramos.
"El banco central necesita permanecer extremadamente vigilante en el frente de política monetaria para anclar exitosamente las expectativas de inflación", agregó.
Las estimaciones para la tasa inflacionaria mensual en el mes hasta mediados de marzo oscilaron desde 1,03 por ciento a 1,40 por ciento, mientras que los pronósticos para la inflación anual variaron desde un 7,68 por ciento a un 8,09 por ciento.