Actualizado 31/08/2011 10:39

S&P eleva la calificación crediticia de Perú


NUEVA YORK, 31 Ago. (Reuters/EP) -

La agencia Standard & Poor's (S&P) ha elevado la calificación crediticia de Perú, de 'BBB-' a 'BBB', basándose en el programa del presidente del país andino, Ollanta Humala, que pese a la desconfianza generada en un principio ha conseguido tranquilizar a los mercados garantizando la continuidad de las políticas económicas.

"La mejora refleja nuestra expectativa de que la continuidad de una amplia política fiscal y monetaria bajo el Gobierno de Ollanta Humala respaldará una mayor flexibilidad de la política económica y del crecimiento", recoge el comunicado divulgado por S&P.

En este sentido, ha explicado que, a pesar de los planes del Gobierno de aumentar el gasto social y en infraestructuras, su decisión de "implementar estas prioridades gradualmente y dentro de un enfoque fiscal prudente, vinculando los gastos a un aumento de los ingresos", es lo que ha propiciado la mejora de la calificación.

El pasado 25 de agosto, la agencia Moody's adelantó que podría aumentar la valoración de la deuda de Perú de 'Baa3' a 'Baa2' antes de finales de año, "si Humala mantiene su compromiso con la continuidad de las políticas macroeconómicas implementadas en la última década".

Ya en marzo, esta agencia de calificación crediticia recompensó esta "estabilidad" haciendo una revisión positiva del 'rating' de la deuda peruana.

A lo largo de la campaña electoral Humala, un ex guerrillero, moderó su discurso de izquierdas, que le hizo perder la batalla en las urnas de 2006, prometiendo mantener la prosperidad económica que ha experimentado el país durante el mandato de Alan García.

Una vez en la Presidencia, a la que accedió el pasado mes de julio, Humala ha materializado este compromiso nombrando ministro de Finanzas a Luis Miguel Castilla, un economista ortodoxo, y manteniendo a Julio Velarde como director del Banco Central.

Los presupuestos elaborados por el Gobierno, que todavía deben ser aprobados por el Congreso, prevén un aumento del gasto del 5 por ciento y un superávit del 1 por ciento. El crecimiento se estima en un 6,5 por ciento, algo menor que el año pasado, cuando alcanzó el 8,8 por ciento.