Actualizado 19/08/2009 21:31

Suman 95 los muertos por explosiones en Bagdad

Por Aseel Kami y Suadad al-Salhy

BAGDAD (Reuters/EP) - Al menos 95 personas murieron el miércoles y más de 536 resultaron heridas en el día más sangriento en Irak en lo que va del año, lo que provocó un inusual reconocimiento de culpabilidad de las fuerzas de seguridad locales que ya no cuentan con ayuda estadounidense.

Al menos seis bombas y morteros estallaron cerca de ministerios y otros objetivos importantes en la capital, semanas después del retiro de las tropas estadounidenses de centros urbanos, medida que dejó la seguridad en manos de las fuerzas locales.

"Esta operación muestra negligencia, y es considerada una falla de seguridad por la cual las fuerzas iraquíes deben asumir gran parte de la responsabilidad", dijo el general Qassim al-Moussawi, portavoz de seguridad de Bagdad, al canal estatal Iraqiya.

El Gobierno de Bagdad decidió este mes que la mayor parte de los muros de seguridad establecidos en la ciudad fueran levantados en 40 días, como señal de confianza en sus fuerzas de cara a las elecciones generales previstas para enero.

En una explosión, un coche bomba detonado cerca de un puesto de seguridad que conduce a la fortificada Zona Verde de la capital iraquí voló algunas ventanas del Ministerio de Relaciones Exteriores, causando la muerte de decenas de personas.

"Las ventanas del Ministerio de Relaciones Exteriores se rompieron, masacrando a la gente que estaba dentro. Pude ver a funcionarios, periodistas y guardias de seguridad entre los muertos", dijo una conmocionada empleada del ministerio que dijo llamarse Asia.

VIOLENCIA ANTES DE LAS ELECCIONES

La explosión tuvo lugar tan cerca del parlamento iraquí que alcanzó a romper algunas ventanas, según mostraron imágenes de televisión. Los ataques socavan la confianza en la capacidad del Gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki de garantizar la seguridad antes de las elecciones parlamentarias.

En un comunicado, Maliki pidió una revisión de los planes de seguridad, pero añadió que los ataques tenían como objetivo "despertar dudas sobre nuestras fuerzas armadas, que han demostrado ser muy capaces de enfrentar a terroristas".

Pero analistas y residentes no se mostraron de acuerdo.

"Los ataques de hoy muestran una gran deficiencia y la debilidad de las fuerzas de seguridad. Fueron organizados y enormes", dijo el analista Hameed Fadhel de la Universidad de Bagdad.

Las calles de Bagdad, normalmente repletas, lucían vacías y las pocas personas que se animaban a salir criticaban a las fuerzas de seguridad.

Ningún grupo se adjudicó la responsabilidad de los atentados, pero Moussawi dijo que dos miembros de Al Qaeda fueron arrestados cuando se interceptó a otro coche bomba. La televisión iraquí mostró luego un camión cargado con tanques de agua repletos de explosivos que habían sido desarmados.

No estaba claro si era el mismo vehículo detenido.

Maliki y otros dijeron que estos atentados previsiblemente aumentarán a medida que se acercan los comicios.

Los objetivos de los atentados cometidos en los dos últimos meses en la capital y en el norte de Irak han sido sobre todo lugares de reunión de chiítas, como mezquitas. En el norte del país, la insurgencia y Al Qaeda han querido sacar provecho de las disputas entre los kurdos y los árabes.

Otro camión bomba estalló en el distrito Waziriya, cerca del Ministerio de Finanzas, dejando al menos 28 muertos y causando una destrucción masiva. Parte de una carretera elevada cerca del edificio se hundió, según un testigo de Reuters.

Otra explosión fue lo suficientemente cerca de la oficina de Reuters en el distrito de Karrada, en el centro de Bagdad, como para romper y abrir puertas y ventanas. Se podían ver columnas de humo en varios lugares.

También fue atacado el edificio del gobierno provincial de la capital, dijo la policía, al igual que el distrito de Salhiya, en el centro de Bagdad, que aloja bases del Ejército y una cadena de televisión.

Al menos un mortero cayó cerca del recinto de la ONU en la Zona Verde, asustando a los empleados de la organización en el día del sexto aniversario de la destrucción de su anterior sede en Bagdad en un atentado con camión bomba en el que murió el enviado de la ONU Sergio Vieira de Melho, entre otros.

En Bayaa, en el sur de Bagdad, una explosión causó la muerte de dos personas.