Actualizado 03/07/2009 21:02

"Terminator" no puede terminar con problemas California

Por Jim Christie y Peter Henderson

SAN FRANCISCO (Reuters/EP) - Pese a estar acostumbrado a los papeles de héroe durante su paso por Hollywood, contener el colapso financiero de California será el rol más difícil que le haya tocado protagonizar a Arnold Schwarzenegger en sus 18 meses como gobernador al frente de California.

El estado más poblado de Estados Unidos ha acumulado un déficit fiscal de 26.300 millones de dólares -casi un cuarto de su gasto total anual- y podría quedarse sin dinero este mes si no equilibra sus cuentas.

Los problemas financieros de California, hogar tanto de Hollywood como del polo tecnológico Silicon Valley, son tan severos que algunos funcionarios han ido a Washington a mendigar ayuda.

El estado ha recurrido a la emisión de pagarés, a los que llama "IOU", para preservar su menguante efectivo. Estos pagarés se usarán para pagar el dinero adeudado a proveedores y agencias locales, incluyendo a las responsables de programas de salud y de ayuda financiera a los ancianos, los ciegos y los estudiantes universitarios.

El jueves, California aprobó una tasa de interés del 3,75 por ciento y el 2 de octubre como fecha de vencimiento de los pagarés.

La gran mayoría de los estados del país enfrentan déficits presupuestarios en una economía en recesión y en casi la mitad el control del Gobierno y de la legislatura está dividido entre demócratas y republicanos.

Pero con escaso efectivo pese a ser la octava economía mundial, California es un caso único por la magnitud de sus problemas fiscales y la complejidad de su Gobierno.

"Todos los estados son únicos, pero California es más única", dijo Tim Storey, analista de la Conferencia Nacional de Legisladores Estatales.

Schwarzenegger, republicano y más recordado por sus papeles de Terminator, llegó al cargo prometiendo estabilidad en las finanzas del estado. Pero hasta ahora su promesa no ha funcionado.

"Schwarzenegger es el tercer gobernador consecutivo que intenta gobernar desde el centro y termina luchando con la base de su propio partido de la misma manera que con la oposición", dijo Dan Schnur, director del Instituto de Políticas Unruh de la Universidad del Sur de California.

PRESUPUESTO COMPLEJO

El sistema presupuestario de California es bizantino y complejo.

"Hemos creado el desincentivo más fuerte posible hacia cualquier cooperación o compromiso bipartidista", dijo Schnur.

Los intereses partidarios en la legislatura estatal alcanzan su punto máximo durante las negociaciones por el presupuesto. Las actuales conversaciones son especialmente tensas porque la recaudación está sufriendo su peor caída desde la Gran Depresión.

Los demócratas, que controlan ambas cámaras de la legislatura, están teniendo que aceptar recortes de gastos dolorosos, pero guardan la esperanza de aumentos impositivos para ayudar a compensarlos. Los republicanos nuevamente descartan cualquier alza de tributos y Schwarzenegger se ha encolumnado tras ellos.

Los recortes de gastos se sentirán con dureza sobre los trabajadores estatales y en los receptores de ayuda estatal, incluyendo las agencias de los municipios, ya en problemas por un alza de las tasas de desempleo.

La disputa ideológica entre los partidos no es única de California, pero la mayoría de los estados permiten que una simple mayoría apruebe el presupuesto, por lo que no se necesita una negociación, explica Thad Kousser, un experto en ciencias políticas de la Universidad de California, en San Diego.

De manera casi única, California exige que los presupuestos y los incrementos impositivos sean aprobados por las dos terceras partes, lo cual es prácticamente imposible de alcanzar.

El republicano Tom Campbell, ex director de presupuesto de Schwarzenegger que ahora postula para ser gobernador, culpa a los mandatos limitados por crear un panorama de legisladores que piensan en el corto plazo y no logran ahorrar para las épocas de vacas flacas.

"La legislatura parece incapaz de gastar menos que los ingresos disponibles", dijo, argumentando que el gobernador debería dejar el presupuesto exclusivamente a la legislatura y luego usar el veto para reducir su tamaño.

La forma en que California está dividida en distritos legislativos da a los ideólogos una ventaja y el estado tiene algunos de los requerimientos para un apoyo bipartidista al presupuesto más duro del país.

Además, el estado no tiene límites sobre el crecimiento del gasto y tiene una estructura impositiva poco estable basada en el impuesto a la renta.