BRUSELAS, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
La comisaria europea de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad, la austriaca Benita Ferrero-Waldner, defendió hoy, durante la conferencia pronunciada en la Fundación Hans Seidel de Bruselas, la integración regional en Latinoamérica como un "marco óptimo" para "diluir los riesgos derivados de los posibles excesos de afirmaciones identitarias" y alertó de los riesgos económicos del nacionalismo.
"El riesgo de una excesiva o ideologizada afirmación de identidad nacional o nacionalista puede afectar también muy directamente al ámbito económico", dijo la comisaria.
"En este contexto, quisiera expresarles mi preocupación sobre recientes decisiones tomadas en algunos países relativas a las inversiones extranjeras y a la utilización de los recursos naturales que, a mi modo de ver, no han respetado completamente el espíritu de cooperación mutua que debe presidir las relaciones entre los gobiernos y los operadores económicos", agregó Ferrero-Waldner en alusión a las decisiones tomadas por el Gobierno boliviano encabezado por Evo Morales.
Sin cuestionar los "derechos legítimos" de los países en este área, la comisaria recordó que el Ejecutivo comunitario cree que este tipo de decisiones deben adoptarse en "un marco de diálogo y de cooperación y de respeto a los compromisos adquiridos". "Lo contrario --continuó-- nos llevaría a una situación de incertidumbre que perjudicaría de manera principal a las inversiones extranjeras y al desarrollo y crecimiento de los países en cuestión".
No obstante, puntualizó que nadie puede considerar "ilegítimo" que en ciertos países se esté viviendo un proceso de reivindicaciones y reafirmaciones culturales, étnicas o lingüísticas y que esto se traduzca en un cambio del sistema político.
"Todo lo contrario. La elección del presidente Morales en Bolivia fue acogida con satisfacción por muchos observadores en la medida en que facilitaba una mayor participación en las estructuras de poder, de las que había estado excluido tradicionalmente, del segmento mayoritario de la población boliviana", argumento.
A su juicio, los problemas en este ámbito derivan del riesgo de que el debate sobre la identidad se plantee "en términos de conflicto y confrontación", y que el poder se ejerza "de manera sectaria". "Más allá de debates ideológicos o de identidad, es esencial que todo proceso electoral, de reformas legislativas o de transición política se haga con el objetivo de respetar y consolidar los principios democráticos y del estado de derecho", señaló.
Finalmente, apuntó que, cuando se habla de problemas de identidad, la construcción europea ofrece "un buen ejemplo de cómo enfrentamientos históricos y profundos pueden superarse a través de un proceso de integración política y económica".