Actualizado 15/07/2013 17:58

Último incendio de Boeing 787 pone a prueba la fibra de carbono en los aviones


SEATTLE/PARIS, 15 Jul. (Reuters/EP) -

- Boeing enfrenta una prueba pública y reveladora para la tecnología de compuestos de fibra de carbono que se usa en el Dreamliner 787, después de un incendio en uno de esos aviones en el aeropuerto Heathrow de Londres.

Investigadores británicos dicen que las baterías de ion de litio del avión de Ethiopian Airlines no habrían causado el incendio del viernes, lo que aplacó el temor a la repetición de un problema que paralizó los vuelos de los Dreamliner por más de tres meses este año, cuando una batería se incendió y otra se recalentó.

Hasta ahora, parece que los mercados y los pasajeros no están muy preocupados, luego de que las acciones de la aerolínea cayeron un 4,7 por ciento el viernes en la bolsa de Nueva York desde cerca de un máximo histórico.

Las aerolíneas mantienen sus aviones 787 en el aire y los pasajeros no están cancelando viajes en Japón, el principal mercado del 787.

Sin embargo, la quemadura visible en la parte superior y cerca del fuselaje del avión de 250 asientos expone a la principal innovación del 787 -su construcción liviana con compuestos de fibra de carbono- a una nueva serie de preguntas sobre el avión, algo que Boeing e inversores creían superado.

La pregunta clave para ambos es si el avión quemado puede ser arreglarse con facilidad y con un costo razonable.

Si bien los compuestos han sido usados en el ámbito aeroespacial durante décadas, el 787 es el primer avión comercial construido principalmente con materiales de fibra de carbono, que por su menor peso, combinado con motores nuevos, reducen el costo en combustible en un 20 por ciento y los costos operativos por 10 por ciento frente a la aleación tradicional de aluminio.

En el diseño del Dreamliner, ingenieros de Boeing también agregaron un sistema eléctrico de menor peso que fue puesto a prueba minuciosamente cuando sus baterías de ion de litio se recalentaron en dos aviones 787 en enero.

El sistema también sufrió un incendio en 2010 durante la etapa de prueba del avión y podría volver a llamar la atención si el incendio de Ethiopian Airlines es asociado a una falla eléctrica.

Los dos sistemas pondrían a Boeing por lo menos una década por delante de sus rivales en cuanto al diseño, la construcción y operación de sus aviones.

Boeing quiere que el 787 se convierta en su avión de pasajeros más redituable y una fuente de innovación para alimentar diseños de aviones futuros.

Ahora ambos están siendo puestos a prueba otra vez mientras la compañía diseña aviones nuevos e incrementa su producción fabril para llenar una cantidad histórica de pedidos.

Boeing decidió no hacer comentarios excepto decir que está cooperando con la investigación del incendio.