Actualizado 13/11/2013 21:01

"Siento que somos el hazmerreír del mundo" dice empresario venezolano

Venezolanos en el supermercado Daka de Caracas
Foto: REUTERS

CARACAS, 13 Nov. (Reuters/EP) -  

   El presidente de Fedecámaras, el mayor gremio empresarial de Venezuela, considera que Nicolás Maduro está forzando en el país un modelo económico "fracasado" y asegura que siente "mucha vergüenza" porque le parece que son "hazmerreír del mundo".

   Jorge Roig, el hombre mencionado por el presidente Nicolás Maduro como el responsable de la "guerra económica" contra Venezuela, afirma que la imposición de un "modelo estatista desacreditado" tiene la culpa de la difícil situación que atraviesa el país miembro de la OPEP.

   "Tenemos unas profundas diferencias en que ese modelo, que ya ha fracasado en todos los países del mundo, pueda tener éxito en Venezuela", dijo Jorge Roig, presidente de Fedecámaras, el mayor gremio empresarial del país, en referencia a la continuidad que ha dado Maduro a la férrea intervención del estado en la economía practicada por su predecesor, el fallecido Hugo Chávez.

  "Me da mucha vergüenza. Siento que somos un poco el hazmerreír del mundo", ha aseverado durante una entrevista con Reuters, citando un reciente estudio del Banco Mundial que mide la competitividad y facilidad para hacer negocios y que coloca a Venezuela en el puesto 181 de 189 naciones.

   Siete meses después de que Maduro ganara las elecciones para suceder a Hugo Chávez, los problemas económicos del mayor exportador de crudo de Sudamérica --principalmente la inflación y escasez-- se han apoderado de la agenda nacional.

   Maduro, un ex sindicalista devenido en canciller y, ahora, en presidente, asegura que la oposición política y los empresarios inescrupulosos --con ayuda de Estados Unidos-- están saboteando la economía venezolana inflando los precios, acaparando bienes de consumo y llevándose al exterior los dólares que tanto necesita el país.

   "Tengo pruebas: la guerra económica la dirige Jorge Roig", dijo Maduro la semana pasada, señalando también a otros dos gremios empresariales y acusando a Roig de una relación de 25 años con la embajada estadounidense en Venezuela.

   Durante una entrevista en su oficina de Caracas, Roig, de 57 años, dijo que no tomó como algo personal los comentarios del mandatario, pero que son parte de una "satanización" del sector privado.

   "Fedecámaras se ha convertido en una suerte de comodín al cual se llama cada vez que no tienen a quién echarle la culpa de los problemas económicos del país", agregó el empresario, cuyo gremio mantuvo una tensa relación con el Gobierno durante los 14 años que gobernó Chávez.

   De hecho, un ex presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona, ocupó la presidencia del país por un día luego de un golpe de estado contra Chávez en abril del 2002.

REFORMAS NECESARIAS

   Roig, quien fue diputado con el partido político de izquierda 'Causa R' y quien se define a sí mismo como un centrista con "inclinaciones sociales", dijo que Fedecámaras ha aprendido de los errores del pasado y ahora sólo busca influenciar en política, pero no tomar el poder.

   También es importante, dijo, reconocer los logros sociales alcanzados desde que Chávez llegó al poder en 1999 e introdujo los programas de bienestar que ayudaron a reducir la pobreza. Sólo en el 2012, la pobreza bajó seis puntos hasta el 25,4 por ciento, según el Banco Mundial.

   Pero una década de controles cambiarios y la negativa a mantener un diálogo con los empresarios, frena la prosperidad, presiona al sector privado y ensombrece el panorama económico del 2013, afirmó Roig.

   El empresario prevé que la inflación cierre el año por encima del 50 por ciento -"esa es la inflación combinada de todos los países del hemisferio en el año", destaca- y un crecimiento económico nulo o insignificante.

   Ello continuará el próximo año si no hay reformas largamente esperadas, como la liberación del mercado de divisas, la reducción de la liquidez en moneda local y la racionalización de las leyes laborales, pronosticó.

   "Existe una masa monetaria en bolívares muy grande y muy pocos dólares. Esto es lo que hace que el dólar paralelo haya alcanzado algunos niveles prácticamente estratosféricos", dijo refiriéndose al billete verde que cotiza nueve veces más en el mercado negro que al tipo de cambio oficial de 6,3 bolívares.

   Gracias a las reformas laborales de Chávez, dijo, "la gente siente que está sobreprotegida en su trabajo. No asiste a su trabajo. Tenemos datos de algunas industrias que han llegado a alcanzar hasta un 30 por ciento de inasistencia laboral"

"MORTALIDAD DE EMPRESAS"

   Fedecámaras, que representa a 423 gremios empresariales privados en todo el país, asegura que unas 4.700 empresas han desaparecido en la última década a causa de las nacionalizaciones llevadas a cabo por Chávez, o por cierres por parte de sus dueños que ya no las consideraban viables.

   "Es evidente que de no corregir esa situación, esta  mortalidad de empresas va a seguir ocurriendo", dijo Roig, quien criticó el incremento de las importaciones en detrimento de la producción nacional.

   Comenzando con el sector de los electrodomésticos, y comprometiéndose a ampliarlo a otros rubros, el Gobierno ha puesto en marcha un operativo prenavideño para obligar a las empresas a reducir los precios a un margen que considere "justo".

   "Creer que la especulación, que este tipo de ventas de productos más caros en los establecimientos son la causa del problema es una equivocación. Es la consecuencia de un modelo económico que evidentemente está mostrando su cara más perversa", dijo Roig, presidente de una empresa de suministros para la industria petrolera y petroquímica.

   "Esto es como ese medicamento que tú le das al enfermo y se pone morado, y le sigues dando y le salen ronchas en el cuerpo. Así que le das una inyección de la misma medicina y se paraliza", ironizó Roig.

   Poco después de ganar las elecciones de abril, el nuevo Gobierno comenzó una serie de reuniones de alto nivel con líderes empresariales que elevaron las esperanzas de un nuevo comienzo y el aplacamiento del control cambiario.

   "Eso no fue más que una foto", concluyó Roig, argumentando que otros gobiernos de izquierda en la región, como Nicaragua o Ecuador, han tenido mucho mejores relaciones que Maduro con los sectores empresariales y sindicales.