QUITO, 15 Dic. (EP/AP) -
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, advirtió hoy deque no permitirá actos de violencia ni paralizaciones de actividades productivas en el país, como las que ocurrieron hace algunas semanas en una región amazónica.
"No más violencia, necesitamos paz y unión", afirmó el presidente en la ciudad de Francisco de Orellana, una población a 170 kilómetros al este de Quito, en la misma zona donde las recientes protestas provocaron la suspensión de parte de las actividades petroleras.
"A mí me tiembla la mano y me acongoja el corazón para firmar una declaratoria de emergencia en una provincia del país, pero cumpliré con mi deber con los ecuatorianos y velaré por los intereses de los ecuatorianos y no de mafias", señaló el mandatario, citado por la secretaría de prensa de la presidencia.
Correa afirmó que "si tengo que volver a tomar las decisiones que tomé lo volveré hacer". "Bienvenida la propuesta pacífica y los reclamos justos pero en paz y en orden, sin atentar contra los demás y contra el petróleo de los 13 millones de ecuatorianos", agregó.
Hace dos semanas pobladores de la localidad de Dayuma, a donde el mandatario también tenía previsto llegar, tomaron varias instalaciones petroleras y provocaron una paralización de la producción que dejó pérdidas por más de 10 millones de dólares en demanda de obras de infraestructura y empleo.
También se registraron choques entre civiles y militares, así como un ataque con explosivos contra puentes de la localidad pero que no dejaron daños. Los incidentes obligaron al gobierno a decretar el estado de emergencia en la zona que fue suspendido días después.
"Los paros, las medidas de hecho, son ilegales (...) si no acaba la impunidad en este país, nunca acabará el desorden, la violencia, la anarquía", manifestó Correa, al reiterar que en las protestas se dan "actos terroristas, sabotaje, chantaje, mafias políticas".