Actualizado 17/12/2013 22:28

Correa: Chevron "está perdiendo el juicio moral"

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en la campaña contra Chevron.
Foto: PRESIDENCIA DE ECUADOR/EP

QUITO, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha considerado que, al margen del proceso judicial, la petrolera estadounidense Chevron "está perdiendo el juicio moral" por los daños causados en la selva de Sucumbíos en la década de 1990.

   "El juicio moral a nivel mundial ya lo ha perdido y lo sigue perdiendo", ha afirmado, en una rueda de prensa celebrada en la localidad de Arenillas, ubicada en la provincia de El Oro, en la frontera con Perú, según ha informado la agencia de noticias ANDES.

   Como consecuencia de ello, ha indicado, "Chevron está perdiendo prestigio de forma terrible". "Si fuera accionista ya habría pedido la retirada inmediata de su presidente (Jhon Watson) porque está perjudicando a la empresa por negar su responsabilidad", ha dicho.

   Así, ha considerado que la campaña gubernamental 'La mano sucia de Chevron' "ha sido un éxito". "Tenemos el arma más letal contra los mentirosos y sinvergüenzas, que es la verdad. Quien no crea en la contaminación de la Amazonía que venga y lo vea", ha invitado.

   Como parte de esta campaña gubernamental, el cantautor español Luis Eduardo Aute, el actor estadounidense Danny Glover y la nieta del investigador francés Jaques Cousteaua, Alexandra Cousteau, han acudido a la selva de Sucumbíos para constatar los daños causados por Chevron.

CASO CHEVRON

   El caso se remonta a la década de 1990, cuando los habitantes del lago Agrio denunciaron a Texaco, adquirida por Chevron en 2001, por contaminar la selva y sus acuíferos con cientos de vertidos de deshechos entre 1964 y 1992, provocando daños en cosechas y en la salud pública, incluidas muertes por cáncer.

   Chevron, por su parte, sostiene que los pozos donde se realizaron los vertidos de deshechos fueron limpiados y que sus actividades no son responsables de ninguno de los daños causados al medio ambiente y a la salud pública.

   En el primer asalto judicial, la Corte de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos condenó en 2011 a la empresa estadounidense a pagar 18.200 millones de dólares que, debido a su negativa a hacerlo, ascendieron a 19.000.

   En respuesta a un recurso de Chevron, el pasado 13 de noviembre la Corte Nacional de Justicia (CNJ) ratificó el fallo, pero redujo la indemnización a 8.646 millones de dólares, a los que hay que sumar un diez por ciento en cumplimiento de la Ley de Gestión Ambiental.

   Chevron, que ya no tiene intereses en Ecuador, ha llevado a cabo una ardua tarea para evitar el pago. En febrero de 2011, presentó una denuncia ante un tribunal federal de Nueva York contra los demandantes y sus abogados, argumentando que el veredicto se obtuvo mediante fraude.

PROCESO EN EL TPA

   Chevron acudió en 2006 al Tribunal Permanente de Arbitraje (TPA) para denunciar a Ecuador por la supuesta violación del Tratado Bilateral de Inversiones (TBI), firmado con Estados Unidos en 1993, pero que entró en vigor en 1997, cinco años después de que la petrolera estadounidense se fuera del país andino.

   La compañía norteamericana alega que Ecuador ha violado el TBI por iniciar un proceso judicial en su contra por los daños causados a la Amazonía, a pesar de que en una de las cláusulas del convenio bilateral renuncia expresamente a ello.

   Ecuador, por su parte, sostiene que no ha violado el TBI porque los demandantes en este proceso judicial son los habitantes amazónicos, no el Estado ecuatoriano, que es el que renunció a denunciar a Chevron por contaminación ambiental.

   Además, el Gobierno de Correa sostiene que el TBI no es aplicable al caso Chevron porque entró en vigor cinco años después de que la petrolera estadounidense abandonara Ecuador y no se puede aplicar con carácter retroactivo.

   Si finalmente el TPA determina que Ecuador ha violado el TBI, le condenará a devolver a Chevron la indemnización que ésta deba pagar a los habitantes amazónicos, lo que, según el ministro de Exteriores, Ricardo Patiño, supondrá la "quiebra" de la nación iberoamericana.