Actualizado 13/03/2008 19:37

Ecuador.- Ecuador anima a empresas españolas a proteger el Parque Nacional de Yasuní frente a la explotación petrolífera

A través del Proyecto ITT-Yasuní lanzado por el presidente Rafael Correa y con la creación de un fondo económico de garantía


MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ex embajador de Ecuador en España y representante del Proyecto IYY-Yasuní, Francisco Carrión, alentó hoy, desde la Casa de América de Madrid, a empresas, particulares españoles y gobiernos de todo el mundo a formar parte de esta iniciativa lanzada el pasado diciembre por el presidente Rafael Correa para no explotar las reservas de este Parque Nacional con el fin de preservar el patrimonio cultural de los pueblos originarios que habitan en él --indígenas no contactados-- y conservar la extraordinaria biodiversidad de la zona.

Carrión, elegido por el propio Correa como representante o 'embajador' del proyecto en una gira mundial que hoy recaló en Madrid para darlo a conocer, explicó que el acuerdo es de suma importancia, no sólo a nivel de protección del medio ambiente, sino también de las costumbres y modos de vida ancestrales de estos grupos indígenas que por decisión propia no desean mantener contacto con el exterior. A cambio de este compromiso, Ecuador pide la constitución de un fondo de inversión compensatorio en el que colaboren todos los países del mundo.

En el Parque Nacional Yasuní, --situado en la intersección del Alto Amazonas y la cordillera de los Andes-- se encuentra uno de los lugares con mayor índice de biodiversidad en el planeta. Yasuní es también uno de los centros de biodiversidad más importantes: en cada hectárea se encuentran más especies de árboles que en todo Estados Unidos y Canadá. En sus 2 millones de hectáreas habitan los pueblos indígenas no contactados 'huaorani', 'tagaeri' y 'taramenane', dueños de una cultura milenaria sobre la vida en los ecosistemas tropicales.

El compromiso del gobierno de Correa supone no explotar los ricos yacimientos de petróleo que se encuentran bajo este parque --una de las zonas de crudo más ricas de Ecuador y que supone el 20% de todas sus reservas-- a cambio de la creación de un fondo de inversión o fideicomiso que alimentaría la comunidad internacional, gobiernos, empresas o personas particulares de cualquier parte del mundo, que compensara las ganancias que el país deja de obtener por esta 'no explotación'. "Este fondo no se tocaría, tan sólo los intereses generados se utilizarían para el desarrollo de proyectos sociales de protección del medio ambiente y desarrollo de energías renovables", explicó.

La 'gira' iniciada por Carrión --que le ha llevado ya a países como Alemania o Estados Unidos el próximo mes de abril-- trata de sensibilizar a gobiernos y grandes corporaciones para que realicen aportaciones a este fondo --cuya gestión estaría garantizada por la supervisión de organismos internacionales y una secretaría técnica creada el pasado mes de enero--.

Incluso las personas particulares que deseen colaborar podrán hacerlo vía 'on line' con la 'compra' ficticia de un pedazo de terreno para su protección recibiendo a cambio un cerificado de apoyo a la iniciativa. Los representantes del proyecto han acudido ya a la última reunión de la OPEP para hablar frente a frente con los países proveedores de petróleo, y los contactos mantenidos hasta el momento con empresas del sector --como Repsol YPF, por ejemplo-- han sido muy positivos.

"Sabemos que este proyecto es muy original, audaz y muy innovador", aseguró Carrión, que además, adelantó que se está formando ya un amplio grupo de personalidades destacadas de distintos ámbitos que realizarán una labor de representación y apoyo al proyecto ITT-Yasuní --desde Al Gore al Gran Duque de Luxemburgo-- que también cuenta con el respaldo del Panel de Naciones Unidas para el Cambio Climático.

EMERGENCIA IMPOSTERGABLE.

Y es que, en palabras del experto y miembro del equipo técnico del proyecto, el catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, Carlos Larrea, el cambio climático "es el desafío más importante al que nos enfrentamos en este siglo; una emergencia impostergable porque el tiempo para actuar es limitado".

Las ventajas de la iniciativa ITT-Yasuní, entre otras, es el ahorro --económico y ambiental-- que se consigue al no sacar el petróleo de los yacimientos: se evita la emisión de 375 millones de toneladas de CO2, lo que supone el ahorro a toda la humanidad de más de 3.700 millones de dólares.

La idea es que el gobierno ecuatoriano asuma el 50% del coste de no sacar ese petróleo del Parque Natural Yasuní, a cambio de que la comunidad internacional asuma la otra mitad. Como propuesta, Larrea se refirió a la idea de que el 30% de ese 50% que se pide a la comunidad internacional se consiga a través de la renegociación de la deuda pública externa del país --que asciende a 10.373 millones de dólares--. "Sería un canje de deuda por vida", aseveró.

Eso sí --aclaró Larrea--, el Proyecto ITT-Yasuní, incluye también el compromiso de devolución de todas las aportaciones al fondo de capitalización o fideicomiso internacionalmente supervisado si en el futuro algún gobierno que pudiera llegar a Ecuador rompiera este compromiso y explotara las reservas de este Parque Natural.