Actualizado 19/12/2013 17:03

La Justicia acusa a un policía de tratar de asesinar a Correa en 2010

El presidente Rafael Correa, tras los disturbios con la policía
Foto: EUROPA PRESS/NODO50

QUITO, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El juez ecuatoriano Franz Valverde ha ordenado este miércoles prisión preventiva para el agente en activo Ricardo Vinicio, al que se le acusa de estar vinculado a los sucesos del 30-S (30 de septiembre de 2010), cuando un grupo de policías participó en un supuesto intento de golpe de Estado.

   Asimismo, el magistrado ha dictado el inicio de la instrucción fiscal por tentativa de asesinato al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, tal y como ha informado la agencia de noticias estatal, ANDES. Se le acusa de participar en una cadena de hechos que incluiría, además, el secuestro del mandatario en el Hospital de la Policía en Quito.

   El fiscal Gustavo Benítez se basa en una fotografía publicada en un medio de comunicación para sostener su acusación. En dicha imagen se observaría a un agente a punto de disparar en dirección al grupo de militares que resguardaban al jefe de Estado, tras ser rescatado de su secuestro, según relata Benítez.

   El agente fue detenido el pasado lunes en la ciudad de Latacunga, capital de la provincia de Cotopaxi, y fue trasladado a Quito para la audiencia de formulación y vinculación de cargos. Finalmente, el juez ha ordenado prisión preventiva para el gendarme y ha avanzado que la instrucción fiscal tendrá una duración de 45 días.

LOS SUCESOS DEL 30-S

   El 30 de septiembre de 2010 estuvo marcado por una serie de sucesos violentos provocados por un grupo de elementos de la Policía Nacional ecuatoriana que reclamaban el fin de una ley que, supuestamente, les quitaba beneficios salariales y económicos.

   Correa acudió al lugar para calmar el ambiente, pero fue agredido por lo que se refugió en un hospital cercano. Allí estuvo retenido durante más de nueve horas, hasta ser rescatado por el Ejército, tras un enfrentamiento armado.

   En esta jornada de movilización policial murieron 10 personas y resultaron heridas otras 300, en unos hechos que el Gobierno ecuatoriano calificó como intento de golpe de Estado.