Foto: MARN
SAN SALVADOR, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador ha informado, en su último reporte, sobre la continuidad de la actividad en el volcán Chaparrastique en San Miguel, ubicado al oriente del país.
Según el informe del MARN, consultado por Notimérica.com, se mantiene una situación de riesgo para la población que transita o habita en los alrededores del volcán de San Miguel, y no se descartan episodios eruptivos a través del cráter central o sus flancos.
Ante dicha situación, el Ministerio de Medio Ambiente salvadoreño recomienda a la población acatar las indicaciones emitidas por la Dirección General de Protección Civil.
El informe, emitido a las 19.59 de este miércoles (hora local), indica que durante las últimas 7 horas previas al reporte, la vibración interna del volcán registrada en la estación Lacayo fluctuó entre 19 y 27 unidades en su promedio hora, manteniéndose ligeramente superior a los dos días anteriores.
El cráter ha continuado emitiendo una pluma de gases de moderada intensidad que no sobrepasa los 200 metros de altura. Por las condiciones actuales de dirección del viento, la pluma se desplaza con dirección Oeste-Suroeste, hacia las poblaciones de San Jorge y San Rafael Oriente. Hasta ahora, los pobladores más cercanos al volcán no reportan caída de cenizas.
Además, las emisiones diarias de dióxido de azufre continúan elevadas, lo que implica un proceso de desgasificación que podría afectar paulatinamente a la vegetación, los cuerpos de agua superficiales y a la población de los alrededores del volcán.
El estudio macroscópico realizado en muestras de ceniza y fragmentos de escorias de tamaño milimétrico color gris oscuro recolectado a 4 kilómetros al occidente del cráter, muestra la presencia de lava volcánica juvenil en un 80% y material hidrotermal (material preexistente) en un 20%.
Ello indica, según el Ministerio, que hubo presencia de magma con minerales oscuros (roca fundida) en la erupción. La ausencia de cristales indica que el magma no tuvo tiempo de residencia y no pudo formar cristales. Por eso, el ascenso fue rápido y la erupción ocurrió repentinamente.