Actualizado 23/07/2014 05:01

Caen 192 traficantes de personas en el inicio de la 'Operación Coyote'

Frontera entre EEUU y México
Foto: JESSICA RINALDI / REUTERS

WASHINGTON, 23 Jul. (Notimérica/EP) -

   El secretario de Seguridad Nacional (DHS), Jeh Johnson, ha anunciado este martes que desde la puesta en marcha de la llamada 'Operación Coyote', el pasado 23 de junio, han sido arrestados un total de 192 traficantes de personas y sus cómplices --bajo cargos criminales--, a la vez que se han incautado 625.000 dólares relacionados con este negocio.

   Este plan, que tenía por objetivo atacar y desmantelar las operaciones de contrabando de personas a través de la frontera suroeste del país, ha facilitado la detención de 501 inmigrantes indocumentados por parte del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por su sigla en inglés).

   "Hemos seguido insistiendo en que nuestras fronteras no están abiertas a la inmigración irregular y que si entran de esta forma en Estados Unidos serán enviados de vuelta", ha señalado Johnson, que ha añadido que  aquellos que se aprovechen de los inmigrantes para obtener ganancias financieras serán "arrestados y enjuiciados".

   En este punto, ha destacado el trabajo desarrollado de forma conjunta con los socios en México y Centroamérica para "seguir e interceptar el dinero que fluye" en torno a estos delitos. "Se seguirá dando prioridad a los casos de contrabando o de transporte de personas en situación irregular, incluidos los menores, en Estados Unidos", añade el comunicado.

   El Gobierno de Barack Obama ha pedido al Congreso un fondo de emergencia de 3.700 millones de dólares para hacer frente a la crisis migratoria, incluyendo el dinero para este tipo de investigaciones, ya que estos organismos podrían quedarse sin dinero a mediados de agosto, tal y como informa la cadena estadounidense NBC.

   En este contexto, el presidente de Estados Unidos tiene previsto reunirse el viernes con los presidentes de Honduras, Guatemala y El Salvador, los países de los que provienen alrededor de tres cuartas partes de los más de 57.000 niños que han llegado desde octubre a la frontera estadounidense.