Actualizado 13/05/2014 22:22

La ejecución de un preso en Texas reaviva la polémica

El condenado a pena de muerte Robert Campbell.
Foto: REUTERS

AUSTIN, 13 May. (Reuters/EP) -

   El estado de Texas ejecutará al violador y asesino convicto Robert James Campbell este martes en la que será la primera ejecución que tenga lugar en Estados Unidos desde la inyección letal fallida en Oklahoma que reavivó la polémica sobre la pena de muerte en el país.

   Texas planea ejecutar a Campbell, de 41 años, a la 1.00 horas (en la España peninsular), inyectándole una dosis letal de pentobarbital, un sedante empleado en estos casos. Con esta ejecución, serían ya 21 las que han tenido lugar este año en Estados Unidos.

   Los abogados del acusado han solicitado la suspensión de la condena y para ello se apoyan en que lo sucedido el pasado mes de abril en Oklahoma y el secretismo que rodea a los proveedores de drogas para las ejecuciones hacen reflexionar sobre cómo se lleva a cabo la pena de muerte.

   El Departamento de Justicia Criminal de Texas ha declarado que "no planea cambiar el protocolo de ejecución basándose en el incidente de Oklahoma".

   Campbell fue acusado junto con otro detenido de secuestrar a Alexandra Rendon de la gasolinera de Houston en 1991. La pareja condujo a la chica a una zona desierta, la violó y luego la pidieron que corriera. Posteriormente, el acusado la disparó por la espalda y la dejó morir, huyendo en el coche de la víctima.

   "Las palabras no pueden describir la brutalidad de este crimen", dijo a Reuters Israel Santana, un primo de Rendon y un activista a favor de la pena de muerte. "No puedo imaginar cómo fueron sus últimas horas. Ese hombre merece lo que le va a pasar", señaló.

FALLO EN OKLAHOMA

   El pasado 29 de abril, el estado de Oklahoma detuvo la ejecución del asesino convicto Clayton Lockett debido a que los oficiales de la prisión aseguraron tener dudas sobre si el cóctel letal estaba siendo administrado correctamente.

   Lockett murió de un ataque cardíaco, en una camilla de la prisión, a los 43 minutos de que comenzara el procedimiento, después de padecer dolores visibles. La suya fue la primera ejecución en la que el estado empleaba una nueva mezcla de tres drogas letales.

   El director ejecutivo del Centro de Información de la Pena de Muerte, Richard Dieter, ha reconocido que lo que está sucediendo es nuevo, pues el público "no se había involucrado tan estrechamente con la inyección letal hasta el problema de Oklahoma".

   La Casa Blanca ha explicado que la ejecución en Oklahoma falló al no cumplir con los estándares humanitarios y el presidente, Barack Obama, ha declarado que va a pedir al fiscal general que aclare las dudas que el suceso le ha despertado.

COMPUESTOS DUDOSOS

   Oklahoma, Texas y otros estados han estado buscando nuevos proveedores y combinaciones químicas después de que los fabricantes de drogas, sobre todo el Europa, prohibieran la venta de sus productos al negarse a que fueran usados en las inyecciones letales.

   Los estados han vuelto a emplear los compuestos poco regulados de las farmacias, cuyos químicos pueden mezclar para el suministro de medicamentos, manteniendo el nombre de los proveedores en secreto.

   Los abogados de los presos condenados a pena de muerte han alegado que puede haber problemas con la pureza y la potencia de los químicos que proceden de esos compuestos de farmacia, aumentando las dudas sobre si deberían ser usados para fabricar las inyecciones legales. Por ello, un abogado de Campbell dijo que era el momento de que los estados proveyeran información sobre quién hace y les abastece de estas drogas.

   "Los presos condenados a pena de muerte no pueden confiar en la seguridad hasta que no se completen las investigaciones a fin de que los tribunales puedan revisar por completo las drogas de inyección letal que se emplean y pueda asegurar que son seguras y legales" ha declarado uno de los abogados de Campbell.

   Texas ha ejecutado a 515 prisioneros desde que el Tribunal Supremo restaurara la pena de muerte en 1976l, más que cualquier otro estado.