Actualizado 18/06/2014 07:57

Georgia aplica la pena de muerte por primera vez desde abril

Protestas por la pena de muerte en Estados Unidos frente a corte de Washington
Foto: JASON REED / REUTERS

WASHINGTON, 18 Jun. (Notimérica/EP) -

   El estado de Georgia ha ejecutado este martes a Marcus Wellons, de 59 años, condenado a muerte por violar y asesinar a una niña de 15 años de edad, en el que es el primer caso que se da en Estados Unidos tras la angustiosa muerte de Clayton Lockett en Oklahoma por problemas a la hora de administrar la inyección letal.

   Se cumplían siete semanas sin pena de muerte en el país norteamericano cuando ha sido finalmente ejecutado Wellons, que ha fallecido a raíz de una única dosis masiva de la pentobarbital. La ejecución de Wellons ha sido la primera de las tres que están previstas en menos de 24 horas para presos condenados en Georgia, Missouri y Florida, según informa el periódico estadounidense 'USA Today'.

   De hecho, la segunda ejecución está prevista para la madrugada de este martes en Missouri, a la que se enfrentará John Winfield, condenado por matar a dos mujeres y dejar ciega a una tercera en un tiroteo en 1996. Los abogados del reo fracasaron en su intento de paralizar la ejecución con un recurso ante el Tribunal Supremo.

   La tercera ejecución por inyección letal, al asesino convicto John Henry, está prevista en Florida a las 18.00 horas (hora local) de este miércoles. El recurso de sus abogados, que denunciaban el desconocimiento de la composición de la inyección letal y la posibilidad de que causara un dolor indebido a su cliente, también ha sido desestimado.

   Los estados que mantienen la pena de muerte en Estados Unidos han empleado tres inyecciones letales diferentes durante las últimas décadas, pero las empresas farmacéuticas han dejado de vender esas drogas en los últimos años.

   Algunos estados han recurrido a las farmacias de compuestos, que producen pequeñas cantidades de medicamentos con receta médica, lo que ha llevado a los abogados defensores a cuestionar la calidad de los medicamentos y si éstos pueden causar un dolor indebido durante la ejecución.