Actualizado 26/03/2014 12:20

Obama admite que la NSA necesita recuperar la confianza perdida

Letrero de bienvenida a la sede de la NSA
Foto: NSA

LA HAYA, 25 Mar. (Reuters/EP) -

   El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha admitido que la imagen de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) se encuentra seriamente dañada por las filtraciones del excontratista Edward Snowden pero ha defendido sus "buenas intenciones", asegurando que las actividades de los servicios de Inteligencia tienen límites.

   Los documentos filtrados por Snowden, que han sacado a la luz múltiples actividades de cibervigilancia de la NSA, han puesto en entredicho a la Inteligencia norteamericana y han reabierto el debate sobre los derechos de la ciudadanía a la privacidad.

   Obama, de visita en Europa, ha insistido este martes en La Haya en que "confía" en que las "buenas intenciones" de todos los que trabajan en los servicios de Inteligencia. En este sentido, ha descartado que se estén inmiscuyendo "en la privacidad de ciudadanos de a pie holandeses, alemanes, franceses o estadounidenses".

   Sin embargo, el mandatario norteamericano ha admitido que ahora toca "recuperar la confianza", tanto de los Gobiernos señalados como víctimas del supuesto espionaje como --"lo más importante"-- de la ciudadanía. Estos trabajos, ha reconocido Obama, no darán frutos "de la noche a la mañana".

   Sobre el malestar generado entre algunos aliados europeos por la información contenida en los documentos filtrados por Snowden, Obama ha afirmado que este debate puede ser "molesto" pero ha declarado que los vínculos entre Estados Unidos y Europa siguen inamovibles.

   En este sentido, ha confirmado que las autoridades de Inteligencia de Estados Unidos colaboran con las de otros países para garantizar la máxima transparencia en las actividades de espionaje norteamericanas.

CAMBIOS

   La prensa estadounidense ha adelantado que la Administración Obama
tiene previsto presentar un borrador de ley con el que espera poner fin a la recolección masiva de datos telefónicos por parte de la NSA, remitiendo la responsabilidad de almacenar los archivos a las compañías telefónicas.

   El presidente no ha dado detalles de los posibles cambios, pero sí ha adelantado que permitirán compatibilizar la lucha contra "los peligros de un ataque terrorista" con la resolución de las "preocupaciones" que han cundido entre la población.

   "Quiero trabajar con el Congreso para asegurarnos de que seguimos adelante y pasamos rápidamente la nueva legislación", ha añadido el mandatario estadounidense.