WASHINGTON, 8 Jul. (Reuters/EP) -
El presidente estadounidense, Barack Obama, se ha ofrecido a reunirse con el gobernador de Texas, Rick Perry, para discutir sobre la crisis fronteriza durante la visita que realizará a este estado después de que el político republicano declinara un breve encuentro cuando el mandatario llegue a Austin, ha confirmado este martes la Casa Blanca.
"El presidente daría la bienvenida a un encuentro con usted mientras esté en Texas", ha escrito a Perry la ayudante de la Casa Blanca Valerie Jarrett, quien también ha invitado al gobernador a participar en una sesión para discutir sobre la situación de la frontera con líderes religiosos locales y funcionarios electos en Dallas el miércoles que ha sido añadida a la agenda de Obama.
Perry había declinado una oferta para recibir a Obama cuando llegue a Austin, según ha informado el diario 'Austin American-Statesman', citando una carta del gobernador al mandatario. Obama comenzará su visita a Texas este miércoles.
"Un apretón de manos rápido en la pista de aterrizaje no permitirá una discusión exhaustiva respecto a las crisis humanitaria y de seguridad nacional que se están produciendo en el Valle de Río Grande, en el sur de Texas", escribió Perry en su misiva. El gobernador dijo que prefería un "encuentro sustancial" para discutir la cuestión y que acomodaría su agenda para ello.
Perry ha pedido que se envíe a efectivos de la Guardia Nacional a la frontera con México para ayudar a frenar el flujo de centroamericanso que entran ilegalmente en Estados Unidos. El domingo, el gobernador criticó a la Administración Obama por no actuar rápido para afrontar el problema. "O son unos ineptos o no les importa", declaró a ABC News.
Más de 52.000 menores no acompañados de Guatemala, El Salvador y Honduras han sido detenidos intentando entrar ilegalmente a Estados Unidos desde México desde octubre, el doble que en el mismo periodo del año pasado. Miles más han sido detenidos con sus padres u otros adultos.
Obama tiene previsto visitar Texas esta semana para recaudar fondos para los candidatos demócratas para las elecciones al Congreso de noviembre, pero la Casa Blanca ha dicho que no visitará la frontera.